MIS INCREIBLES YOLD, por Fely R. Sisniega. Entrevista con María J. Marcos, piloto de vuelo libre
Voladores por los cielos de Madrid
María José Marcos, la única mujer piloto en el campo de vuelo de Villanueva de la Cañada, habla para Yold de su experiencia como mujer pájaro por los hermosos cielos madrileños. Nos cuenta sus duros inicios, la superación del miedo y la sensación de libertad sin límites que experimenta cada vez que pilota su trike.
Personaje: María José Marcos
Profesión: Técnica sanitaria en Neurología
Edad: 55 años
Cita: “Una vez hayas probado el vuelo siempre caminarás por la Tierra con la vista mirando al Cielo, porque ya has estado allí y allí siempre desearás volver” (Leonardo da Vinci).
Al entrevistar a María José recuerdo a Matthew Modine en aquella peli de los 80, Birdy, de Alan Parker. A pesar de los años transcurridos, todavía veo su postura a modo de pájaro, mirando a través de la ventana. Creo recordar que también empezó volando cometas e inventando sus propias alas. Su pasión, como a nuestra Yold, le vino desde niño.
Fely: ¿María José, tú también empezaste como Matthew Modine, construyendo tus propios artilugios o simples aviones de papel, como hacíamos los demás?
María José: “No empecé como tu película favorita. Mis aviones de papel eran tan malos, que la única forma que tenía de que continuasen volando -lo que me apasionaba- era guiarlos yo. Apenas los lanzaba, porque sus vuelos eran rápidos y cortos, y yo quería que siguieran volando y lo más lejos posible. Luego ahorrando de mi sueldo de los domingos, me compré mi primera cometa. Por mucho que lo escribía y decía, nadie de mi familia me la compraba y esperaba, ya sabes, cumple tras cumple… Y nada”.
F: ¿A qué edad volaste por primera vez? ¿Y cómo te decidiste a hacerlo? ¿Cómo fue tu primer vuelo?
MJ: “Empecé con 26 años. En el parking en el que lavaba el coche, uno de los dueños era y es volador. Me enteré por su hermana y fui derecha a preguntarle, y conseguí un “bautismo”: hacer un biplaza en delta. Fue auténtico y eso que tocamos tierra con el cuerpo extendido, nos sacudimos el polvo y ya… Un aterrizaje poco ortodoxo, ¡pero se me quedó una sonrisa eterna! Por lo tanto mis inicios fueron en ala delta, siempre ha sido así hasta que una cosa te queda clara y es “el tiempo”, y tienes la seguridad que no puedes vivir el cielo como lo estabas haciendo. Mi primer vuelo como voladora, mi “suelta” de piloto de vuelo libre, fue una mezcla de cabreo traumático y reivindicativo… y el final “libre”, me sentí más libre que nunca. Me costó ir dos veces. La primera mi instructor no me dejó despegar porque los demás voladores habían cometido muchos fallos, y aunque le dije que sabía que yo estaba preparada y motivada no me dejó, y me negué a seguir haciendo las clases habituales, aunque iba, literalmente “me sentaba en la ladera”. Le hice prometer que me diera la “suelta” al siguiente fin de semana, protestando que yo no me iría a casa sin despegar. Cuando llegó el día, otra vez lo mismo, los chicos despegaban y yo no. Me estaba dejando para la última y se terminaba el día… No iba a cumplir su promesa ¡Estaba muy cabreada! Sentada encima de mi arnés y mirándolo con muy mala leche. Me fui hacia él y no tuve ni que llegar (creo que sintió que iba a montar una de tres pares de narices), se volvió y me dijo: “Prepárate, te toca… Todos están pendientes de ti”. Se me iluminó el corazón. Recuerdo que los demás voladores expertos aplaudieron y se rieron porque cuando despegué grité: “Toma ya, síiii” (cuando despegas oyes y sientes el silbido del ala, del viento y… ya estás en él…volando)… Era la única mujer que ese día podía ser o no piloto. Y lo fui”.
F: ¿Qué tipo de ultraligeros o similar has pilotado?
MJ: “He tenido tres alas deltas, y la actual es una Airborne Climax 13 ¡preciosa! También he hecho arrastre con mi Climax… ¡Una pasada! Ahora estoy volando en VFR (visual flight rules) con un trike Aircreation bipala. También he volado Tecnam P92 y P96 (ala baja) y estoy haciendo la adaptación al Savannah. Estos son ultraligeros que te permiten un aterrizaje con una carrera de rodaje más corta; es decir, necesitas menos metros de pistas para el despegue y aterrizaje. Siempre tienes que conocer con qué vuelas”.
F: ¿Has participado en competiciones? Si la respuesta es sí ¿participáis hombres y mujeres al mismo nivel?
MJ: “Sí, he competido en los nacionales de ala delta durante seis años. La competición es única, las rampas de despegue (tres, normalmente) son las mismas para hombres y mujeres. Tienes que tener en cuenta que en ala delta solo había tres o cuatro mujeres volando, y en competición siempre hemos coincidido un máximo de dos o tres grandes voladoras ¡y rivales! En trike no he competido nunca, ya que aunque me cueste reconocerlo y es un dicho entre todos los pilotos de ala delta: “Llevamos sangre de aladeltistas… Somos voladores”.
El trike es un ultraligero pendular con su ala delta montada en su estructura. Es más libre y no tan instrumental. El contacto con el viento, las nubes y el cielo es más real.
F: Actualmente vuelas en ultraligeros, con esa forma triangular, de ahí su nombre trike, su pequeña hélice y alas. ¿Hay una gran diferencia con las deltas?
MJ: “Sí, vuelo en trike, aunque todavía nos damos algún capricho de despegue con delta, pero buscando siempre la calma de la ladera. Pero tengo que decirte que trike no es sinónimo de ultraligero. Ultraligero es una definición genérica para avionetas que no superan los 450 kg (incluido el piloto y acompañante) y determinadas características técnicas. El trike es un ultraligero pendular con su ala delta montada en su estructura, supongo que el nombre es por la forma del carro (parece un triciclo). Es más libre y no tan instrumental. El contacto con el viento, las nubes y el cielo es más real. La forma de volar es distinta, aunque a veces te dé la sensación que estás en una delta, no es así. Sí hay diferencia”.
F: ¿Qué se estudia para pilotar un ultraligero?
MJ: “Está editado un manual específico para el título de piloto de ULM VFR. Se trata de temas de meteorología y aerología, nociones y técnica e instrumentos de vuelo, una básica de cartografía, comunicaciones de seguridad en vuelo, reglamentación de vuelo, declinaciones, algunos teoremas relacionados con el viento, etc., (apasionante todo…). Después tienes que superar el examen teórico y práctico, realizado por un examinador de aviación civil del Ministerio de Fomento. También tienes exámenes médicos rutinarios, que debes aprobar, ya se sabe… No drogas, no alcohol; si cometes errores de estos pierdes tu licencia de piloto”.
F: ¿Voláis con algún tipo de seguridad alternativa, algo parecido a un paracaídas o simplemente un rosario…? (risas)
MJ: “Bueno, si eres católico u ortodoxo llevarás un rosario… ¡Espero que el piloto que lo haga tenga en cuenta su peso! Y sí, se lleva un paracaídas incluido en el chasis del trike, que nunca tienes que utilizar… Siempre tienes que “despegar bien, volar muy bien y aterrizar mejor”. En avioneta no es obligatorio, de hecho no se lleva”.
F: ¿Has tenido algún golpe o susto que nos puedas contar?
MJ: “Sí, he tenido cinco. De ellos, una fractura y un corte muscular en la pierna producido por el cable de acero del ala… cicatriz que ya tengo para siempre. Uno que te puedo contar es cuando, despegando en vez de hacer los virajes hacia fuera de ladera, cometí el error de hacerlos hacia dentro, tuve un descenso de vuelo muy importante (¿dónde se fue la térmica que estaba volando?) y me metí de nuevo en el despegue, empujando y picando el ala y dando con los pies en los matorrales puede volver a salir, todos los demás voladores con el cuerpo a tierra porque pasé literalmente por encima de ellos. Pensaban que no lo contaba, ya que la velocidad era importante”.
F: Supongo que como los toreros suelen contestar, siempre se siente miedo. ¿En qué momento el miedo deja de existir y se empieza a disfrutar?
MJ: “No soy de toros, pero te diré que no existe el miedo y sí “el mucho respeto” por el viento, las nubes, en definitiva el cielo. Es otro espacio y como tal lo disfrutas siempre y más aún… siempre quieres estar. Cuando hay una meteo mala te fastidia mucho, porque sabes que no puedes volar”.
Los voladores nos reunimos para hacer vuelos por los que ya no están, y es sencillamente maravilloso volar por ellos.
F: ¿Has visto algún accidente de algún compañero? ¿Son frecuentes? Supongo que será difícil sobrevivir a un impacto de este tipo ¿Piensas en ello?
MJ: “Sí he visto accidentes, todos los voladores los hemos visto. Existe una estadística real y es que volar es más seguro que otro medio de “traslado”. Y sí, se piensa en los voladores que ya no están de una forma muy especial, incluso cuando tienes un día de vuelo bajo o sobre todo uno extraordinario, piensas en ellos y te decís:- “Este vuelo es por ti”… y no dejas de volar. Los voladores nos reunimos para hacer vuelos por los que ya no están, y es sencillamente maravilloso volar por ellos, yo no querría que fuera de otra forma. Bueno, es una práctica habitual en todos los deportes”.
F: ¿A qué altura máxima podéis volar?
MJ: “Existe un depende subjetivo, pero la altura máxima autorizada es 1000 ft para ULM VFR, que debes cumplir”.
F: ¿Tenéis limitadas las zonas de vuelo?
MJ: “Sí, existen zonas y/o áreas restringidas y otras denominadas prohibidas. También tenemos comunicados oficiales de días no autorizados para volar, y en este caso, por normativa es 50 km de radio al espacio prohibido”.
F: ¿Cuál es la parte más complicada? En vuelos comerciales es el despegue y el aterrizaje ¿Es lo mismo en un ultraligero?
MJ: “Es así en cualquier aeronave, pero considera que el vuelo en sí también tienes que hacerlo bien. Por ejemplo, entrar en “barrena” (hacer giros sobre el eje… algo parecido a como si fueras un sacacorchos) no controlada es no contarlo después”.
F: Vuestras prácticas pueden encontrarse con pequeñas trampas como sucede con los ciclistas, a quienes en ocasiones les colocan cables ocultos, clavos, etc. ¿Os ocurre algo similar que nos puedas contar?
MJ: “En esto hay mucho que decir. En nuestro caso no es así, pero sí es cierto que no nos gustan las alambradas, los cables de alta tensión aéreos… La verdad, queda muy feo en el paisaje ¡Ah! y también existen las prohibiciones de despegues, negociaciones con Medio Ambiente, ayuntamientos, etc.”.
F: Veo que fumas ¿tienes que mantenerte en buena forma física para pilotar un trike? ¿O cualquier persona puede hacerlo?
MJ: “Si digo que lo estoy dejando, miento. Aun así mantengo buena condición física. Se debe tener buena condición física y, por otro lado, si no existe ningún impedimento médico que no lo aconseje, cualquier persona puede practicarlo, al igual que todos los deportes”.
F: ¿Sois muchas mujeres las que practicáis este deporte? ¿Se considera un deporte o una actividad de riesgo?
MJ: “No hay muchas mujeres, en España hay poquitas. En mi campo de vuelo solo estoy yo, y una nueva piloto que está realizando su preparación para pendular. Cuando yo lo hice, la fotografía del grupo de nuevos pilotos era todos chicos y yo, esto me pasó tanto en ala delta como trike. Supongo que en otros campos pasará lo mismo. Y sí, es un deporte (mal llamado “deporte de riesgo”) Joseph Conrad dijo: “Creí que era una aventura y en realidad era mi vida” “.
F: ¿Qué opinas de los drones? ¿Te has encontrado con alguno mientras volabas?
MJ: “Con la juguetrónica la gente se lo pasa bien. Luego están los otros drones, soy afortunada porque nunca he hecho ningún stop en el cielo y no creo que lo haga. He volado con un águila, con buitres y con garzas, y diversos pájaros; pero estos, para maravilla de la biosfera, no son drones”.
F: ¿Cuánto tiempo puedes volar con un trike? ¿La distancia más larga que has recorrido?
MJ: “Si no te agotas puedes tirarte cuatro horas. Depende de la autonomía que tenga el depósito de la mezcla, eso quiere decir que puedes estar más tiempo. En cuanto a distancia, hay auténticos record sin y con escalas. Para mí no es tanta la distancia, sino el vuelo en sí, la altitud y otras cosillas que tomo en cuenta. Mi distancia máxima en trike, con sinceridad no lo sé, yo cuento las balizas (puntos de destino) que me pongo en vuelo”.
Muchas gracias, María José
Fotos: particulares y de Antonio Beas, de Krassia Photography para Gente Yold
Gafas de Fely R. Sisniega: Óptica ESCAT
Me ha encantado el reportaje, muy agradable de leer y muy interesante.
Gracias, María Angeles. Esperamos que nos sigas y nos des tu opinión en otros artículos.
Es reconfortante como andas pesar de los 50 todavía somos interesantes para la sociedad tanto en el ámbito profesional como para el desarrollo de aficiones.
El mundo del vuelos en este caso es una actividad en la que efectivamente domina el sexos masculino tanto en lo profesional como en el deporte y me encanta que haya mujeres que aporten al estos Aires otra cara.
Muy interesante.