Camilo: si hubieras nacido en Baltimore, serías un Dios

Es un hecho reconocido que en España somos pelín envidiosos; que tenemos algo de mala leche. Y tal vez, que no sabemos cuidar a nuestros artistas, pese a que algunos de los mayores creadores del mundo nacieron aquí. Tenemos cierta tendencia a criticar lo de dentro, en vez de mimarlo y ensalzarlo, aunque luego somos muy de caer rendidos ante las tendencias que llegan de Francia, París o Nueva York. Es, creemos, lo que ha pasado con Camilo Sesto, un súper artista español, cotizado como pocos en América del Sur, pero apenas comprendido aquí. Alguien que, si hubiera nacido en Baltimore, tendría ya su huella en Hollywood Boulevard y habría sido varias veces recibido por Obama. Pero Camilo Sesto fue a nacer en Alcoy, Alicante, en la época poco gloriosa de la postguerra española. Que no tiene nada de malo, al contrario; pero que le ha condenado, entre otras cosas, a no ser tan comprendido ni valorado como si, tal vez, hubiera nacido en otro lado.

Camilo es y siempre será Camilo Superstar, un auténtico mito, un dios musical, con logros increíbles y una personalidad carismática y genial… Estos datos hablan por sí solos: el tema “Amor mío, ¿qué me has hecho?” conserva el récord de semanas consecutivas en el número 1 de la revista Billboard: 18 semanas. Entre 1970 y 1987 llegó a dar más de 6.000 conciertos por todo el mundo. El estado de Nevada estableció el día 28 de mayo como «Día de Camilo Sesto», mientras Puerto Rico declaró el 21 de febrero de 1985 “Día Tributo a Camilo Sesto”.  Estas y otras muchas razones justifican la grandeza de este artista… ¿Y porqué lo decimos?

Por su carrera profesional de auténtico Récord Guinness
Resumir en esta breve semblanza los éxitos de Camilo Sesto es como intentar recoger el mar en una cucharilla de té. Camilo Blanes Cortes ha vendido más de 70 millones de discos, tiene más de 600 canciones registradas en la Sociedad General de Autores y Editores. Es uno de los cantantes internacionales con mayor cantidad de “números 1” en todo el mundo (52 en total, y 18 en la lista de los 40 principales). Ha estado en lo más alto de las listas más prestigiosas como los Billboard. Ha recibido cientos de reconocimientos y premios, como la medalla «Máximo orgullo hispano» entregada en la ciudad de Las Vegas, en Estados Unidos. Ha actuado en el Madison Square Garden de Nueva York, ante más de 45.000 personas. Ha recorrido el mundo con sus conciertos, con canciones grabadas en español, italiano, portugués y alemán. Europeos, asiáticos, latinoamericanos han coreado su nombre y sus canciones… En fin, que realizar una síntesis de su recorrido artístico es prácticamente imposible. Para eso están sus cientos de canciones.

Por sus increíbles dotes musicales

Camilo ha sido igualmente reconocido como uno de los mejores cantantes de nuestra la música pop internacional. Además de sus matices expresivos, su extensísimo registro le permitía pasar desde la voz de bajo hasta la de tenor, llegando incluso a la de tenor-soprano. El público quedaba entusiasmado en sus conciertos en directo por la ejecución perfecta de temas realmente complicados, como por ejemplo “Getsemaní”, de la ópera “Jesucristo Superstar”, una interpretación que todavía nos emociona.

Por echarle auténtico valor en los años 70
En los 80, cuando llegó la Movida y la libertad, ser transgresor estaba chupado. Lo que se llevaba era la pose llamativa, fuera punki como Ramoncín; fuera new wave, como Radio Futura o heavy como Obús. Pero diez años antes, en plenos años 70, era otro cantar. Los españoles de a pie no vieron una teta hasta muerto Franco, a finales del año 75, pero ya para entonces Camilo jaleaba, con su hermosa voz que viraba sin problemas de un seductor y masculino grave a un hipersexual agudo, cosas como:

“Bésame despacio, palmo a palmo la piel, ahoguemos juntos el placer… Libérate y entrégate, libérate y olvídate… Todo esto es amor; amor sin barreras, amor sin fronteras, amor de un amigo, amor libre… Mmmm, vennnnnnn ouuuoooh…”.

Todo esto con los pelos de Jesucristo Superstar (estaba en plenos ensayos) y vestido de terciopelo verde, mientras los del Ballet Zoom plasmaban poses eróticas a contraluz. Un auténtico chute de sexo televisivo en vena, que debió de alterar calladamente las sensibilidades muy constreñidas de la época, y debió alertar a más de un progenitor de lo que se podían esperar para el futuro. Y es que Camilo Sesto fue también uno de los primeros compositores españoles en aludir directa o indirectamente en sus canciones a la revolución sexual, al sexo, al disfrute de los sentidos… Al amor libre.

Por tener la valentía de estrenar “Jesucristo Superstar”
El mismo arrojo que con sus letras demostró Camilo Sesto cuando se decidió a traer a España la ópera rock “Jesus Christ Superstar”, de Andrew Lloyd Webber, con su propia financiación y producción musical. Durante años el musical había sido prohibido, y ya en otras capitales del mundo su estreno había provocado un gran escándalo. Así pues, en España, el estreno era toda una provocación. Para colmo, los últimos ensayos y el estreno se realizaron en noviembre de 1975, cuando Franco estaba agonizando. Pese a la polémica de unos y al rechazo de otros, la obra fue un absoluto y total éxito. Evidentemente en la época había muchas menos posibilidades técnicas que ahora: Camilo o Ángela o Teddy Bautista cantaban con micrófonos con cables, que tenían que estirarse a lo largo del escenario. El propio Lloyd Webber reconoció la adaptación musical de Camilo como la más fiel y la mejor de las que se habían realizado de su obra.

Por hacer de su vida un sayo, sin caer en el mercadeo
A Camilo, en los años 70 le atribuyeron un montón de novias. Luego, con los años, también le atribuyeron algunos novios. Pero la verdad sobre su mundo íntimo, solo él la sabe porque siempre la supo resguardar en una importante privacidad. Salvo su larga relación conocida con Andrea Bronston, con la que compartió años de trabajo al ser ella parte de su coro, Camilo Sesto-Blanes ha demostrado siempre ser un auténtico amo de su intimidad. Jamás, que tengamos constancia, ha vendido exclusivas, no ha bajado la cabeza ante las costumbres sociales, ni se ha avenido a mercadear con su vida privada.

Camilo ha hecho de su vida personal un auténtico sayo. Eso sí: hace algunos años cayó en el error de seguirle el rollo a un conocido reportero farandulero que no hizo otra cosa que ridiculizarle en público. Pero se lo perdonamos, porque errare humanum est.

Por ir a su manera
Como en todo lo demás, también en su imagen personal Camilo ha seguido siempre su propia voluntad, siguiendo un claro y definido estilo, que hoy en día le sigue caracterizando, personalizando a su voluntad las modas de la época. En los años en los que los cantantes iban trajeados, él ya despuntaba con sus pantalones de campana y sus barbas de Jesucristo. Cuando llegó la Movida de los 80 y se abrió la vena de la libertad, el punk, el rock… Camilo se pasó a los trajes de colores y a los monos de patas anchas tipo Elvis. Ahora que estamos en el siglo XXI, a Camilo se le critica por hacerse la cirugía.

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Impactante atuendo y baile rockero de Camilo Sesto y sus compañeros de grupo en la película “El flautista de Hamelín“.

Por ser uno de los grandes compositores y promotores de la música pop
“Algo de mí”, “Melina”, “¿Quieres ser mi amante?”, “Jamás”… Camilo Sesto ha escrito algunas de las más bellas y conocidas baladas de la música pop española, pero además también ha creado temas para otros muchos artistas, como Miguel Bosé, Ángela Carrasco, Sergio Fachelli, David Bustamente… ¡Hasta llegó a traducir y producir las letras de Air Supply!

Poca gente sabe que fue el primero que apadrinó a Miguel Bosé, hijo de su gran amiga Lucía Bosé (ella escribió la letra de “Amor… amar“). Sus primeros dos singles “Soy” (1975) y “Es tan fácil” (1976) fueron creados y producidos por Camilo.

Porque era generoso y además, pintaba
Aunque la vida personal de Camilo no fue en general muy conocida, sí que lo es el hecho de su generosidad. Desde el principio de su carrera, contribuyó a numerosos proyectos benéficos, llegando incluso a realizar galas benéficas -especialmente en México- a beneficio de distintas instituciones. La última noticia al respecto fue su colaboración con el Padre Ángel, al que apoyó en la presentación de su restaurante para personas sin hogar.

Otro rasgo desconocido de Camilo es su trabajo como pintor reconocido, hasta el punto de que, cuando estaba comenzando con la música, se ganaba la vida con obras que vendía en El Rastro madrileño. Según sus allegados, la pintura se convirtió en su principal afición.

Porque no hay fiesta que se precie sin “Vivir así…”
En pleno siglo XXI, no hay fiesta, fiestuki o sarao que no alcance el auténtico y total clímax con un tema estelar, magnífico, sublime de Camilo Sesto: “Vivir así es morir de amor…”: un himno al drama del amor que todos hemos bailado y cantado alguna vez en nuestra vida, con pleno fervor y por supuesto, un par de copas de más… Jamás se ha escrito una canción mejor que esta para desfogarse, desahogarse y quedase la mar de a gusto. Desde sus enérgicos acordes iniciales, el tema es, además, una perfecta metáfora de lo que Camilo, en sí, es … Enorme, exultante, épico, contagioso, único…

Camilo, Superstar.