Cine Yold. ¡¡Feliz cumpleaños, camaleónico Bale!!

Christian Bale se nos hace yold

 

Angel Domingo
29 enero, 2024

Christian Bale cumple 50 años. Nuestro crítico de cine hace una semblanza de este polémico actor, nacido el 30 de enero de 1974. ¿Te apetece saber más de este intérprete imprescindible de nuestra generación?

Existen hombres que cumplen años y se hacen mayores con total naturalidad y lo celebran sin mayor problema. También hay hombres que no lo llevan nada bien, e incluso pueden pasar por una crisis existencial. Sin ir más lejos, es muy conocida ‘la crisis de los cuarenta’. Pero no es comparable con la que aparece al soplar cincuenta velas en la tarta. De la misma forma que alcanzar la edad de jubilación no es fácil.

Hay que reconocer que cumplir cincuenta años es algo especial, porque ya nadie te considera joven; y en la sociedad actual parece que si no eres joven las puertas de la felicidad se cierran. Claro que otra cosa son los cincuenta años de Christian Bale, que no ha perdido su habitual talla de pantalón, luce mucho cabello, no se le notan arrugas, y apuesto a que podría estar de fiesta hasta el amanecer sin demasiado esfuerzo. En definitiva, cumplir cincuenta años no es tan terrible si te llamas Christian Bale y eres una estrella de Hollywood.

En El imperio del sol

Christian Bale es la tímida persona que existe detrás de sus ataques de furia
Resulta curioso que Christian no suela aparecer en los reportajes sobre los niños prodigio de Hollywood; aunque protagonizó, con solo doce años, nada menos que El imperio del sol (1987), dirigida por Steven Spielberg.  Tampoco él tiene intención de recordar ese proyecto, ya que como él mismo aseguró: ‘Spielberg me hizo sentir en una cárcel’.

Sin embargo, la auténtica razón de que aquel rodaje se convirtiera en una experiencia amarga es que “me di cuenta de que podía mantener a mi familia económicamente, así que lo convertí en una obligación”.

Pero lo cierto es que, al contrario que a otros niños actores, sus padres jamás le impulsaron a trabajar ni hicieron un mal uso de sus ganancias económicas así que, por lo visto, apenas trabajó durante su infancia.

Si la crítica en general define a Bale como camaleónico, fue por sus asombrosos cambios físicos, que van más allá de los habituales de engordar o adelgazar. Para la salvaje película American psycho (Mary Harron, 2.000) esculpió su cuerpo como el de un espartano. Sin embargo, tuvo que perder el peso de esos músculos para interpretar a Dicky Eklund, el voluntarioso boxeador sonado de The Fighter (David O. Russell, 2010), cantidad que tuvo que recuperar con urgencia para su trabajo con el mismo director, en La gran estafa americana (2013), donde interpretó a un brillante estafador, cuyo rodaje le provocó, además, una hernia discal.

Musculitos Batman

Naturalmente, ningún organismo humano puede soportar unos cambios de peso tan drásticos, y se vio obligado a renunciar al papel protagonista de un biopic del fundador italiano de automóviles Enzo Ferrari, porque a sus cuarenta y tres años, su cuerpo no fue capaz de aguantar otro cambio de peso y actualmente el proyecto se encuentra suspendido. En cierta medida, tenemos que disculpar su agrio temperamento, porque después de tantas dietas nadie puede tener un carácter saludable.

Con su mujer, Sandra Blazic

Christian Bale protege tanto su intimidad que los nombres de sus hijos, Emmaline, de diez años y Joseph, de tan solo un año, son rumorología, porque él nunca los ha mencionado. Lleva dieciséis años casado con la acróbata y especialista de cine Sandra Blazic, a quien conoció cuando ella era la asistente personal de Winona Ryder, y no se habla con casi ningún miembro de su familia.

Sabemos de él que, el 22 de julio de 2008, fue arrestado en Londres, justo antes de asistir al estreno de El caballero oscuro (Ch. Nolan, 2008), acusado por su madre y su hermana de asalto y amenazas. Sin embargo, la policía desestimó el caso por falta de pruebas.

Irreconocible en The fighter

Según su hermana Sharon, el actor ni siquiera respondió a la tarjeta de Navidad que le envió su abuela de ochenta y seis años, y por aquí no pasamos, señor Bale, ese comportamiento con una abuela de tanta edad que te envía una tarjeta de Navidad es imperdonable.

Para finalizar este artículo, tengo que insistir en que este es Christian Bale durante un mal día; sus ocasionales reacciones energúmenas contrastan con su compromiso social e integridad moral.

Las flores de la guerra

Durante el rodaje en China de Las flores de la guerra (Zhang Yimou, 2011), el actor quiso llamar la atención sobre la figura de Chen Guangcheng, un abogado descalzo que aprendió leyes por su cuenta para defender a los afectados por la política del hijo único (medida impulsada para bajar la natalidad en el súper poblado país asiático), y que vive en arresto domiciliario. En la puerta de su casa, la policía china, que no reconoció al actor pues en aquel momento el cine de Hollywood aún no había irrumpido como el fenómeno social que es ahora en el país, le recibió tirándole piedras y dándole puñetazos, tras lo cual persiguieron el coche del actor y del cámara de CNN durante cuarenta minutos. Bale reconoció: “no sé qué más hacer para apoyar a Chen que intentar visitarle para estrechar su mano, yo no soy valiente, la gente local que se levanta contra las autoridades sí lo son”.

En definitiva, si Christian Bale es valiente o no nunca lo sabremos. Su verdadero carácter, lo que le gusta, lo que no le gusta, lleva más de tres décadas siendo un misterio, y así seguirá. La personalidad del hombre detrás de la bestia interpretativa es, a estas alturas, tan misteriosa como su verdadera complexión física: ha llegado a extremos tan radicales que resulta imposible conocerla.

El único consejo que dio a su heredero en el papel de Batman, Ben Affleck, es “que no se orine encima cuando lleve el traje puesto”. Canceló una entrevista con el popular presentador estadounidense Jay Leno porque durante el cuestionario previo le preguntaron ¿por qué se considera inglés? (donde vive), y no galés (donde nació).

Confiesa que su dieta para muscularse para El maquinista (Brad Anderson, 2004) fue café, manzanas, Coca-Cola light y cigarrillos, mientras que para perder peso en The Fighter recurrió al running y… ¡a la cocaína! En definitiva, con Bale, nadie sabe dónde acaba la broma y empieza la confesión.

Como Moisés, en Exodus

Quizá por ello, la industria y el público toleran sus errores, incluyendo definir a su personaje, Moisés, como ‘un terrorista’ en plena promoción de Exodus. Dioses y reyes (Ridley Scott, 2.014). Porque Christian Bale se ha ganado ese estatus de actorazo a ojos del gran público, y de ahí nadie le baja.

Este título nobiliario de Hollywood es tan difícil de lograr que los ‘grandes actores de carácter’ que lo consiguen se pasan el resto de su carrera disfrutando de él, y esa condición queda por encima del ser humano y de la estrella. Y para muestra un botón: Marlon Brando dijo que lo único que un actor le debe al público ‘es no aburrirle’, y desde luego Christian Bale sabe mantenernos entretenidos, dentro y fuera de la sala de cine.

Ángel Domingo Pérez

 

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