GENTE YOLD. Clara Schumann fue considerada durante décadas la mejor pianista de Europa
Clara Schumann: una vida de película
Con once años, Clara ya daba conciertos en los más brillantes palacios de Europa. Conocedor de su talento, su padre había trazado el futuro más ambicioso para ella. Pero por el camino se cruzó un joven profesor, Robert Schuman, con el que se casó pese a la oposición familiar. El matrimonio no fue un camino de rosas, pero ella logró mantener su carrera, con la que mantuvo económicamente a su familia. Cuando Robert murió, ella continuó su carrera, siendo considerada durante décadas la mejor pianista de Europa. Así logró mantener a sus hijos, en un mundo donde no se percibía que una mujer trabajara. NO te pierdas el repaso que hoy hacemos a la vida de la increíble, maravillosa y talentosa Clara Schumann.
El pasado 13 de septiembre se cumplieron 205 años del nacimiento de Clara Schumann. Es probable que muchos la conozcan tan solo como la esposa de Robert Schumann, pero lo cierto es que su legado increíble va mucho más allá. Si crees que su vida fue tranquila, prepárate para sorprenderte. Lo que vivió Clara fue digno de una serie de Netflix.
Muchos la conocen tan solo como la esposa de Robert Schumann, pero su legado va mucho más allá
Desde niña, Clara Wieck fue una prodigio al piano, pero su genialidad no fue su único rasgo distintivo. Con solo 20 años, ya había batallado contra un padre controlador, luchado por casarse con Robert, y comenzado una carrera internacional que la convertiría en una de las pianistas más influyentes del siglo XIX. A lo largo de su vida, desafió las normas sociales para imponer su propio estilo y convertirse en la primera mujer en realizar giras europeas, componer y ser directora de orquesta. ¿Qué tal si descubrimos más sobre esta increíble mujer que, con valentía, diseñó su propio destino?
Una virtuosa bajo control estricto
Clara Josephine Wieck nació en Leipzig, Alemania, en 1819, en el seno de una familia dedicada a la música. Su padre, Friedrich Wieck, era un riguroso maestro de piano que tenía planes ambiciosos para su hija. Friedrich vio en Clara una oportunidad para demostrar su método de enseñanza, y la sometió a un régimen de práctica exhaustivo. Desde los cinco años, Clara practicaba piano hasta seis horas diarias y fue lanzada a los escenarios como una joven promesa del instrumento.
A los cuatro años todavía no hablaba, pero a los once ya tocaba en las cortes más prestigiosas de Europa
Este control paterno no estaba exento de tensiones. Friedrich no solo manejaba su carrera, sino también su vida personal con mano férrea. Imagina a una niña que no habló hasta los cuatro años, pero que a los once ya tocaba en las cortes más prestigiosas de Europa. A pesar de su éxito precoz, Clara siempre vivió bajo la sombra del control de su padre, quien vigilaba de cerca cada paso que daba, tanto en la música como en su vida social. Esto, sin embargo, sirvió para alimentar su carácter fuerte e independiente.
El padre de Clara intentó por todos los medios impedir el matrimonio; para poder casarse, Robert Schumann tuvo, incluso, que acudir a los tribunales
El amor prohibido
Lo que su padre no esperaba era que un joven llamado Robert Schumann, uno de sus estudiantes más brillantes, captara la atención de Clara. Ella tenía quince años y él nueve más, pero su conexión era innegable. El problema es que Friedrich Wieck, obsesionado con mantener el control sobre su hija y su carrera, desaprobaba rotundamente esta relación. Lo que siguió fue un verdadero drama digno de novela; intentó separarlos por todos los medios posibles, prohibiéndoles verse e incluso desafiando a Robert en los tribunales.
A pesar de estos obstáculos, Clara y Robert lucharon por su amor durante años, y finalmente se casaron en 1840, cuando ella tenía 21 años. El inicio de una vida juntos dio paso a una de las colaboraciones artísticas más importantes de la historia de la música. Clara no solo fue la musa de Robert, sino también su colaboradora, crítica y, en muchas ocasiones, la intérprete principal de sus obras. Sin embargo, esta unión no estuvo exenta de sacrificios.
De esposa y madre a estrella internacional
El matrimonio con Robert no fue sencillo. Aunque compartían una profunda conexión emocional y artística, la vida familiar no dejó de ser un reto. Tuvieron ocho hijos, lo que supuso una gran carga para Clara ya que, además de su papel de madre, continuaba con su carrera como pianista y seguía componiendo. Por su parte, Robert luchaba con problemas de salud mental, lo que agravaba la situación. Clara se convirtió en la cabeza de familia y en la principal fuente de ingresos, todo mientras mantenía su agenda de conciertos. De sus ocho hijos, Emil murió siendo un bebé y Ludwig padecía -al igual que su padre- una enfermedad mental, por lo que pasó gran parte de su vida ingresado en una institución.
Robert sufría una enfermedad mental que dificultó enormemente la convivencia. Murió cuando Clara solo tenía 37 años, pero ya se ocupaba de mantener económicamente su hogar
Lo más increíble es que, en medio de estas circunstancias, Clara continuó rompiendo barreras. En una época en la que las mujeres no solían tener carreras públicas, ella no solo se mantuvo en los escenarios, sino que los dominó. Sus giras por toda Europa la convirtieron en una celebridad. Fue la primera mujer en interpretar públicamente las obras de su marido, contribuyendo enormemente a su difusión. Además de las del compositor, también tocaba sus propias piezas, aunque con el tiempo se fue autolimitando, eclipsada por el genio de Robert y las presiones sociales.
La tragedia y el renacimiento artístico
En 1854, la vida de Clara dio un giro trágico cuando Robert Schumann fue internado en un sanatorio psiquiátrico tras intentar suicidarse. La enfermedad mental que le había afectado durante años lo llevó a un colapso irreversible, y Clara quedó sola al frente de su numerosa familia y enfrentándose al dolor de perder lentamente a su esposo. A pesar del sufrimiento, la pianista no dejó de tocar ni de componer, aunque su producción se redujo significativamente.
La muerte de Robert en 1856, cuando Clara tenía solo 37 años, fue un golpe devastador, pero también marcó una nueva etapa en su carrera. Durante las siguientes décadas se consolidó como una de las figuras más respetadas en la música europea. Dio clases en importantes conservatorios, formó a nuevas generaciones de músicos y se convirtió en una de las primeras mujeres en dirigir orquestas. Gracias a su trabajo y a su tremenda fama como pianista, pudo sacar adelante a sus ocho hijos, en un entorno social en el que, el trabajo de las mujeres aun era algo completamente inédito y mal visto por la sociedad. Pero a ella no le afectó. Su influencia fue tan grande que incluso Johannes Brahms, uno de los compositores más destacados de la época, la admiraba profundamente y mantuvo con ella una relación artística y personal muy estrecha.
Fue la primera mujer en interpretar públicamente las obras de su marido, contribuyendo enormemente a su difusión
Clara Schumann vivió en un tiempo en el que ser mujer y tener una carrera musical era un reto colosal. A pesar de las presiones sociales que la empujaban a relegarse al papel de madre y esposa, ella no cedió. En lugar de limitarse, utilizó la música como un medio para expresar su identidad y su resistencia a los roles tradicionales. Sin embargo, algo que pocos saben es que a lo largo de los años se cuestionó su propia valía como compositora. A menudo se la escuchaba decir que su música no tenía el mismo valor que la de sus colegas masculinos, una creencia que sin duda era fruto del contexto machista en el que vivía. Falleció en 1896 debido a un derrame cerebral, a los 76 años, después de una larguísima e intensa vida. Nunca se volvió a casar, aunque mantuvo relaciones amorosas, que no llegaron lejos, con Brahms -quien parece ser, estaba muy enamorado de ella- y con el compositor Theodor Krirchner. Pero se mantuvo viuda, libre y siempre ocupada en sus trabajo y en su papel como madre. Con la ayuda de amigas, familiares y amas de llaves, lograba siempre cuidar de sus hijos adecuadamente, pese a sus continuos viajes y giras.
Muerte y entierro (20/24 de mayo de 1896)
El 26 de marzo de 1896, Clara Schumann sufrió un derrame cerebral y murió tras otro derrame cerebral el 20 de mayo de 1896 a la edad de 76 años.
Es hora de que, 205 años después de su nacimiento, sepamos reconocer a Clara como lo que es: un faro para los músicos, y especialmente para las mujeres músicas que han luchado y luchan por hacer valer su voz en la industria.
En un mundo en el que el trabajo femenino aun no estaba admitido, Clara era una celebridad. Se apañó para mantener su fantástica carrera profesional y su papel de madre
¿Sabías que Clara fue una de las primeras mujeres en dirigir una orquesta en Alemania? ¿O que, a pesar de la intensa fama de Robert, ella fue el sostén económico de su familia durante gran parte de su matrimonio? ¡No dudes en compartir tus impresiones con nosotros en los comentarios o en nuestras redes sociales! ¡Hasta muy pronto, Yold!
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