Gente Yold. Actores como Brad Pitt o Maggie Smith demuestran que el éxito no depende de la edad
Cuando los años te echan de la pantalla
A los productores de cine y televisión parece que no les gustan las arrugas, pero en www.genteyold.com estamos en completo desacuerdo: los yold somos un amplísimo público de gente en todo el mundo que queremos seguir viendo a actores de nuestra edad y mayores. Los casos de actores y películas de gran éxito que pasan de los 50 son muchos: Meryl, Tom, Julianne, Maggie… ¿Los repasamos?
Que el mundo audiovisual prefiere la imagen de los jóvenes por encima de los mayores es un hecho real, confirmado día a día por el abrumador protagonismo de los actores y actrices recién llegados, que van sustituyendo en películas, series y todo tipo de producciones, a los que antes eran el centro de la pantalla, cuando estos van cumpliendo años. El actor Joaquín Climent, nos lo explicaba muy bien hace tan solo unas semanas: “A partir de los 45 años es como si empezáramos a desaparecer; es difícil que se escriban papeles para nosotros y los que se escriben no nos conceden mucha vida. Siempre somos padres, abuelos, pero no nos pasan las cosas a nosotros”.
Sin embargo, el problema es aún mucho mayor si eres mujer. La industria audiovisual, desde el principio de su historia, adora a las mujeres jóvenes, frescas, bonitas… Pero las relega sin piedad cuando empiezan a ser mayores, cuando surgen las arrugas y los primeros kilos; cuando las marcas de la vida, incluso bien llevadas, empiezan a modelar los rostros. De esa forma, pasan los años y muchas de las actrices que fueron mitos con veinte años, empiezan a desaparecer de las pantallas.
¿Por qué cuando más experiencia tienes y mejor sabes hacer las cosas te apartan? La pregunta y la protesta se la han hecho muchas actrices de cualquier nacionalidad. Y es que, como en cualquier otra profesión, la vida te hace ser mejor en la interpretación: “Es ahora cuando tengo más vivencias que puedo incorporar a mi trabajo, ¡qué desperdicio!”, comentó al respecto Paca Gabaldón, que fue una de las más famosas intérpretes de los años setenta. “Cuando se pasa la menopausia empieza la época más creativa de la mujer, está demostrado” ha dicho, igualmente, Kity Manver, quien sigue en pleno auge en el teatro con la obra “Iba en serio” y en la televisión con “Seis hermanas”. Kity es, precisamente, la excepción que confirma la regla.
María Bouzas, protagonista de “El Secreto de Puente Viejo“, es otra de las que se mantienen en pleno auge. Ella misma declaró recientemente a www.genteyold.com, que “parece ser que, para seguir siendo actriz, cuando pasas de los 45 más o menos, tienes que conseguir que se pare el reloj del tiempo respecto a tu físico y… ¿Respecto a tus pensamientos y emociones también? La juventud es una etapa maravillosa de nuestra vida, al igual que la niñez, la madurez y la vejez; también para las mujeres. Me parece una falta de respeto y de consideración hacia nuestro género no tenerlo en cuenta; una concepción muy engañosa de la ficción, detrás de la cual se encuentra una visión machista de nuestra sociedad”.
Y es que, precisamente en la sociedad, y en lo que muestra el cine, el papel de la mujer suele estar adscrito al de la belleza, muchas veces tan sólo como comparsa del hombre. Por otra parte, como sucede en la vida real, muchos de los productores, guionistas, etc. siguen siendo hombres, y posiblemente, por esto, las historias se centran más en ellos que en ellas. Lo cierto es que, a día de hoy, gran parte de los papeles femeninos, especialmente en el cine, son de novias, esposas, ligues, hijas, amantes… Pero no de protagonistas. De hecho, y salvo casos muy concretos, no termina de ser del todo fácil ver a dos mujeres en una película solas hablando de algo que no sea el amor, la pareja, el marido…
La mayoría de las actrices de más de cincuenta años en Hollywood o aparecen en papeles secundarios, se han pasado al teatro, o se dedican a su familia y a otros trabajos porque todavía no están aceptadas las arrugas en las grandes pantallas.
Luchando contra los años
Muchas de las actrices que fueron famosas en su día, y que desaparecieron cuando empezaron a tener pequeñas arruguitas o algún kilo de más, pasan a trabajar en otras cosas; muchas de ellas se quedan en el teatro, tal vez porque los escenarios ofrecen una distancia prudencial que camufla más las arrugas. En cualquier caso, el teatro suele ofrecer más papeles para actrices de amplias carreras. Algunas de las que destacaron en la juventud, aprovechan su experiencia para convertirse en productoras, guionistas… o para realizar cualquier otro trabajo en el cine.
“Algunas de las actrices que destacaron en la juventud, aprovechan su experiencia para convertirse en productoras, guionistas…”.
A menudo caen en la dictadura de Hollywood y se estiran la cara o se hacen operaciones de cirugía estética para mantener la juventud. Quieren hacer desaparecer las arrugas, esas que en la pantalla del cine se ven tan cerca y que la industria exige que desaparezcan, porque la cámara es como una lupa. Pero entonces aparecen las críticas feroces por las ridículas facciones inexpresivas que dan como resultado estas operaciones (véase el caso de Nicole Kidman, Uma Thurman o Meg Ryan).
La locura de Hollywood por no filmar las arrugas o la madurez ha llegado al extremo de ofrecer el papel de una mujer de 45 años a Jennifer Lawrence que tiene 25; esto ocurrió en “Joy”, película de 2015.
Susan Sarandon comentaba que no pierde papeles por sus ideas políticas, sino porque ha engordado y se hace mayor, y es entonces cuando la echan de Hollywood.
Carrie Fisher publicó un tweet en el que pedía que no se hablara más de su físico, a raíz de su aparición en la última entrega de “La guerra de las galaxias”. Fisher igualmente cuestionaba el hecho de que no se hablara apenas de las canas y de las arrugas de Harrison Ford. Al parecer lo que es imperdonable no es que una mujer madura aparezca en la pantalla, sino que aparezca con sus kilos de más y con sus arrugas.
¿Realmente las historias de gente madura son pocos comerciales?
A la hora de relegar a los actores más mayores para los papeles secundarios, la industria se excusa en que son los jóvenes los que van al cine y ellos exigen verse reflejados. Tal vez por ello, ciertamente la mayor parte de los éxitos del cine internacional están protagonizados por jóvenes estrellas. ¿En serio? ¿Realmente es un argumento que a estas alturas de la vida convence a alguien? En www.genteyold.com sabemos que no es así. La gente de 40, 50, 60 años forma, posiblemente, el target mas cinéfilo de toda la población: nos interesa el cine, igual que nos interesaba con 20 años. Igualmente, la televisión y el teatro. Queremos ver productos lanzados para nosotros. Exigimos historias que no solo se recreen en la juventud, una fase de la vida que ya hemos experimentado, y de la que no vamos a descubrir mucho más. Las edades de la vida se han prolongado y nos queda mucho por ver y por vivir, así es que también queremos leerlo en las historias.
“La gente de 40, 50, 60 años forma, posiblemente, el target mas cinéfilo de toda la población”.
Pero por si estos argumentos tan lógicos no fueran suficiente, vamos a recordar que las películas directamente dirigidas a gente mayor triunfan igual y muchas veces más, que las que se lanzan para jóvenes. Por ejemplo, enormes títulos donde un Clint Eastwood es el director y el protagonista ya maduro, como “Sin perdón“, “Gran Torino” o “Los puentes de Madison“, donde enlazamos con Meryl Streep, que sigue creando películas y éxitos porque mantiene su carisma y su público, y en las que refleja el mundo de mujeres de mediana edad, como “La Dama de Hierro” o “Mamma Mía“.
Podríamos seguir con Tom Cruise, que con sus ya 54 años, recaudó casi 700 millones de dólares en su último título de la saga “Misión Imposible”. Actrices como Cate Blanchet (47) o Julianne Moore (51) viven sin duda su mejor momento como intérpretes, ofreciendo igualmente éxitos a las productoras que siguen confiando en ellas (“Carol”, “La Cenicienta”, “El Hobbit”, “Blue Jasmin“, en el caso de Blanchet; “Carrie”, “Los juegos del hambre”, “Siempre Carrie“, en el de Julianne, que además consiguió el Oscar a la Mejor Intérprete en 2015). Nadie duda de que pasados los 50 años, Brad Pitt o George Clooney siguen siendo dos de los actores más cotizados y comerciales del mundo, hasta el punto de que sus bodas o divorcios provocan un cataclismo mediático universal. Y yéndonos mucho más lejos de la edad, no podemos dejar de recordar a la gran Maggie Smith, que con sus muchos años y sus enormes arrugas a cuestas, sigue siendo una figura igualmente comercial, tanto para el cine como para la televisión.
Queda claro, tras este muy somero repaso, que el éxito de cualquier producto audiovisual depende de muchas más cosas que las arrugas y/o la juventud. Depende de contar una buena historia que llegue a la gente. Depende de darse cuenta de que hay otros públicos, aparte de los que tienen 20 años. Depende de la producción, del ingenio, de la interpretación… Depende de muchas cosas, pero desde luego, como en tantas otras, de lo que no depende es de la edad.
Paloma S. Molina
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