Mundo Yold. Hoy rememoramos la elegancia del duque del jazz
Duke Ellington: el genio de un serio profesional del jazz
El 24 de mayo se cumplen cincuenta años de la muerte de uno de los grandes del jazz: Duke Ellington. Sentado al piano, dirigiendo su banda de jazz, impecablemente vestido y siempre talentoso y sonriente, el duque nos espera detrás de cada una de sus composiciones.
Edward Kennedy Ellington (Washington D.C., 1899 – Nueva York, 1974) fue todo un genio en el campo de la música, y tocó todos los palos: fue pianista y compositor, hizo magistrales trabajos como arreglista y lideró una banda de jazz.
Sólo tenía 7 añitos cuando comenzó a recibir clases de piano; y es que sus padres también tocaban y quisieron dar una esmerada educación a su hijo, cuya elegancia natural le mereció el sobrenombre de Duke (duque).
El ragtime, el género de moda en la época, le deslumbró desde muy joven. Su debut profesional le llegó a los 17 años; y tocó en multitud de grupos hasta que, en 1922, actuó en Nueva York, la capital mundial del jazz.
Allí, consiguió formar su propio grupo, el quinteto The Washingtonians, con los que fue ganando nombre hasta que su prestigio le permitió tocar en el local de los locales de jazz, la meca de todo músico que se preciara en la época, el Cotton Club de Harlem. Allí creó lo que se llamó el “jungle style”, con sordinas en instrumentos de viento y percusiones que evocaban sonidos de la selva.
Creó lo que se llamó el “jungle style”, con sordinas en instrumentos de viento y percusiones que evocaban sonidos de la selva.
Su actuación le permitió consolidarse como profesional y, a partir de ese momento, muchos de sus conciertos fueron emitidos en la radio y comenzaron también sus composiciones para bandas sonoras de películas.
Una fecha clave en su carrera fue el 23 enero de 1943, con la actuación de su banda en la sala de conciertos de música clásica de mayor prestigio en Estados Unidos: el Carnegie Hall. Su concierto fue histórico por muchos motivos, uno de ellos que fue la primera vez que allí tocaba una orquesta formada completamente por músicos negros.
Como compositor de bandas sonoras destaca el trabajo hecho para películas como Anatomía de un asesinato (1959), de Otto Preminger, y Paris Blues (Un día volveré, 1961), protagonizada por Paul Newman.
Paul Newman junto al duque
Charlie Mingus, Louis Amstrong, John Coltrane o Max Roach fueron algunos de los prestigiosos músicos que tocaron con él en los 60.
La biografía de Duke es la de un músico serio, entregado, sin orgías de alcohol y drogas, un verdadero profesional.
Ensayando con Charlie Mingus
Ellington llegó a escribir unas dos mil piezas musicales, y son incontables las que anotó en trozos de papel luego perdidos, que elevan la estimación a más de cinco mil.
Con el gran Louis Amstrong
La biografía de Duke es la de un músico serio, entregado, sin orgías de alcohol y drogas, un verdadero profesional que ganó 12 premios Grammy, dos doctor Honoris Causa en Yale y Harvard, y varias nominaciones al Oscar y Pulitzer.
Murió de cáncer de pulmón en 1974, trabajando hasta casi el último día.
Deja un comentario