MUNDO YOLD. Hace 70 años Elvis se convertía en el rey del mundo
Elvis Presley: el irrebatible Rey del Rock and Roll
La carrera artística y musical que llevaría a Elvis Presley a convertirse en el Rey del Rock and Roll, comenzó en 1954; año en el que el dueño de Sun Records, Sam Phillips, vislumbró en él la manera de dar mayor difusión a géneros musicales de influencia afroamericana como el blues, el ragtime, el jazz, el góspel y otros. El joven de 18 años se convirtió en un ícono cultural. Es el cantante con más discos vendidos en la historia. Más de 1.500 millones de personas vieron su concierto desde Hawái. Tuvo catorce nominaciones a los Premios Grammy; ganó tres, y le otorgaron otro por su trayectoria. Inspiró a The Beatles y dejó huella hasta en la moda. Se cumplen 70 años de su irrupción en el mundo de la música.
Los inicios de una leyenda
El productor musical Samuel Cornelius “Sam” Phillips, fue el fundador del sello discográfico Sun Records que en el verano de 1954 apostó por un joven que empezaba a popularizar el rockabilly, un subgénero del rock and roll surgido a comienzos de aquella década, y que fusionaba formas del country y el rhythm and blues. Ese joven conducía un camión de reparto para Crown Electric Company, pero su primera grabación en Sun Records, That’s All Right, encendió la mecha de su carrera a la fama. El chico de carácter reservado, nacido en enero de 1938 en Tupelo, Mississippi, pronto se convertiría en un fenómeno de masas nunca antes visto, hasta entonces. Su carrera pulverizó todas las cifras logradas por cualquier otro artista. El concierto de Elvis, Aloha from Hawaii que realizó en Honolulu en 1973 con fines benéficos, fue el primero de la historia en retransmitirse vía satélite y fue visto en 36 países por más de 1.500 millones de telespectadores. Una audiencia que superó la que había tenido la llegada del hombre a la luna.
Su carrera pulverizó todas las cifras logradas por cualquier otro artista
Sus actuaciones en televisión, con un estilo audaz, desinhibido, provocador y sensual, junto a su irrupción en el cine con películas diseñadas a su medida, contribuyeron a consolidarle como una figura artística única. Elvis Presley no era compositor, ni el autor de las letras de sus canciones; era un intérprete excepcional. No hay cifra, en torno a su figura, que no deje maravillado: ocupó en 18 ocasiones el primer puesto de la lista de éxitos en su primera década como artista, grabó 104 éxitos Top 40, y 27 álbumes Top 10; acumuló catorce nominaciones a los Premios Grammy, y los tres que ganó fueron en categoría góspel, además de un Grammy especial en 1971 en reconocimiento a su trayectoria. Logró premios de oro y platino por las fabulosas ventas de 150 álbumes y singles diferentes. Continúa siendo el cantante, en solitario, con más discos vendidos en la historia de la música; 500 millones de copias. Para su descubridor, solo grabó cinco singles, ya que un año después la productora Sun Records vendió los derechos a RCA.
De los barrios humildes a Graceland
Elvis Aron Presley llegó al mundo con un hermano gemelo, Jesse Garon Presley, que falleció al nacer. Así que creció como hijo único del matrimonio de Vernon y Gladys Presley. La suya era una familia de escasos recursos que debido a la extrema inestabilidad laboral de su padre, vivían prácticamente de las ayudas de familiares cercanos, y de las del gobierno. Su padre llegó a pasar varios meses en prisión a causa de una estafa, por la que perdieron la casa en la que vivían. Tiempo después se mudaron a Memphis, en Tennessee.
La suya era una familia de escasos recursos que debido a la extrema inestabilidad laboral de su padre, vivían prácticamente de las ayudas de familiares cercanos, y de las del gobierno
Sea cual fuese el motivo, lo cierto es que Elvis tuvo desde pequeño un apego especial por su madre; una mujer sobreprotectora que, hasta después de su muerte, ocurrida en 1958, a los 46 años, continuó influyendo en la vida y los estados emocionales y anímicos del Rey del Rock and Roll. La fábula sobre esta especial relación ha alimentado la leyenda de que Elvis fue descubierto gracias a que acudió a Sun Records a grabar dos canciones como regalo de cumpleaños para su madre. Sin embargo, hay quienes dudan de esta versión ya que las fechas en las que se produjo aquella grabación y la del aniversario de Gladys, no coinciden. También se asegura que fue pensando en su madre que Elvis compró la mansión de Graceland, a los 22 años.
La familia Presley pertenecía a la Iglesia Evangélica de la Asamblea de Dios, y en este ámbito el pequeño Elvis experimentó su primera relación con el canto y la música. Crecer en un barrio afroamericano entre el góspel y el blues hizo que estos géneros pronto tuvieran influjo en él. También el country y el pop, junto al mariachi y la ópera que amaba su madre, calaron desde muy temprano en Elvis. Incluso se interesó por las raíces musicales indias, debido a su ascendencia Cherokee, por parte materna.
Elvis tuvo desde pequeño un apego especial por su madre; una mujer sobreprotectora que, hasta después de su muerte, continuó influyendo en la vida y los estados emocionales y anímicos del Rey del Rock and Roll
Siendo alumno de la escuela East Tupelo Consolidated ya era animado por sus maestros a tomar parte en concursos de canto, admirados por su potente voz. Cuando a los once años recibió una guitarra como regalo de cumpleaños dejó de ser el muchacho reservado y marginado del instituto y comenzó a ser reconocido como el que animaba los almuerzos con su música.
La coronación del rey del rock and roll
A finales de los 50, Elvis alcanzó la cima. Temas como Heartbreak Hotel, Hound Dog y Jailhouse Rock lo auparon a condición de ídolo. Con sus trajes ajustados y sus provocativos movimientos de pelvis en el escenario, desafiaba en cada actuación las normas y tradiciones más conservadoras de la época, provocando las críticas más feroces de un sector, y la admiración más profunda en quienes se veían identificados con esa puesta en escena de rebeldía juvenil. Su aparición en programas de gran audiencia como The Ed Sullivan Show, en 1956, le consagraron como fenómeno indiscutido.
Elvis no solo mostró una profunda y sincera admiración por las voces y la música negra, sino que también mantuvo un claro compromiso político, y se pronunció en favor de sus derechos civiles
Era el artista que rompía con todo. Y también lo hizo en el ámbito de la inclusión, siendo el primero que subió a cantantes afroamericanos al escenario junto a él. Elvis no solo mostró una profunda y sincera admiración por las voces y la música negra, sino que también mantuvo un claro compromiso político, y se pronunció en favor de sus derechos civiles. Cabe recordar que dedicó a Martin Luther King el cierre de su concierto de reaparición, en diciembre de 1968.
Desafiaba en cada actuación las normas y tradiciones más conservadoras de la época, provocando las críticas más feroces de un sector, y la admiración más profunda en quienes se veían identificados con esa puesta en escena de rebeldía juvenil
Además de estrella de la música, Elvis soñaba también con ser el gran actor que siguiera la estela de James Dean. Pero ninguna de sus películas se caracterizó por ser una obra maestra del cine, puesto que el objetivo era exhibir la faceta sensual y el poderío vocal de Elvis. Con todo, muchas de ellas, como Love Me Tender o Blue Hawaii, lograron un rotundo éxito de taquilla.
Su mánager, el Coronel Tom Parker, no veló más que por el enriquecimiento rápido del ídolo musical, de modo que, aunque logró que realizara tres películas por contrato, éstas no tenían otra pretensión que la de proyectar su imagen de cantante. Así, rechazó propuestas que habrían podido dar un giro interesante a la carrera de Elvis como actor, como la de protagonizar West Side Story (1957), Camino de Odio (1958), o Cowboy de medianoche (1969. De modo que hemos tenido que conformarnos con sus papeles en El Rock de la cárcel (1957), El barrio contra mí (1958), Cita en Las Vegas (1964) y Estrella de Fuego (1969) para verle en personajes más serios, profundos y trabajados que en el resto de las 31 películas que rodó.
Entre la guerra y el amor
Corre el año 1958 y Elvis se halla en la cúspide de su carrera. Estados Unidos vivía momentos de tensión política y militar debido a la Guerra Fría y el conflicto con Vietnam. Es entonces cuando el ídolo de la juventud toma una decisión crucial para su imagen pública: se enrola en el ejército y es destinado a Alemania. Lejos de suponer un impasse en su carrera, esta decisión le granjeó la imagen de un joven comprometido con su país, responsable y de un noble sentimiento patriótico que contribuyó a aumentar su popularidad. Además, Elvis aprovechó las licencias para continuar realizando conciertos y actuando en películas. De hecho, GI Blues (1960) se rodó mientras estaba en Alemania, y relata en clave de comedia musical la vida de un soldado llamado Tulsa McLean, que sueña con abrir un club nocturno después de su servicio militar.
Elvis estuvo en Friedberg durante18 meses, alojado fuera de la base de Bad Nauheim, en una residencia compartida con su padre, su abuela y amigos de Memphis. Durante su estancia en Alemania conoce, en el año 1959, al gran amor de su vida, la entonces adolescente de catorce años, Priscilla Beaullieu.
La hermosa jovencita había nacido en Nueva York, pero vivía desde hacía años en Alemania debido a que su padre, el coronel Paul Eaulieu estaba destinado a aquel país. El encuentro y flechazo se produjo en una fiesta en la casa de un amigo en común. Elvis y Priscilla contrajeron matrimonio el 1 de mayo de 1967, y su única hija, Lisa Marie Presley, nació el 1 de febrero de 1968. La pareja vivió rodeada de lujos, en la mansión de Graceland, en Memphis. La suya fue una relación repleta de altibajos y al parecer, también envuelta en situaciones de infidelidades, celos y control, debido a la diferencia de edad entre los cónyuges, la popularidad de Elvis, y la presión mediática.
Finalmente, se divorciaron en 1972. Elvis comenzaba a experimentar por entonces el declive de su carrera y a sumergirse en estados de depresión y en el consumo abusivo de anfetaminas. A pesar de la ruptura, el amor recíproco nunca se extinguió. Priscilla inició su carrera como diseñadora de moda y actriz. Y tras la muerte de Elvis se dedicó a gestionar el patrimonio que éste legó a su hija Lisa Marie.
El Rey del Rock and Roll tuvo muchos y sonados romances con actrices muy populares de la época, entre otras, con la actriz y cantante Ann-Margret, con quien co-protagonizó Viva Las Vegas en 1964. También con Natalie Wood vivió una intensa relación, así como con Debbie Reynolds y Linda Thompson con quien estuvo en pareja tras su separación de Priscilla y hasta 1976. Su última compañera fue Ginger Alden, con quien Elvis estaba comprometido cuando el 16 de agosto de 1977 falleció, a las 15:30 horas, de un ataque al corazón en su mansión de Memphis, en Tennessee. Fue Ginger Alden quien lo encontró muerto en el suelo del baño del dormitorio principal, cuando tenía 42 años.
Elvis en la Casa Blanca
Como todo rey, que se precie, la vida de Elvis Presley estuvo llena de situaciones fuera de lo normal, que contribuyeron a acrecentar su fama de snob dado a los excesos. Entre ellas se cuenta el famoso encuentro que, por iniciativa propia y sin que nadie le invitara, mantuvo con el entonces presidente Richard Nixon. Ocurrió el 21 de diciembre de 1970. Ese día se presentó en la Casa Blanca vestido con un traje de terciopelo púrpura, gafas de sol y una exagerada hebilla dorada de cinturón, para expresarle al presidente su preocupación por el avance del comunismo, y para solicitarle una placa de la Oficina Federal de Narcóticos. La pistola Colt 45 que también portaba, le fue confiscada antes de acceder a la residencia presidencial.
Otro encuentro entre titanes tuvo lugar en Los Ángeles, el 27 de agosto de 1965. Fue cuando Elvis conoció a The Beatles. Paul McCartney y John Lennon habían sido admiradores confesos del ídolo, pero ya habían nacido las rivalidades entre las estrellas. La leyenda negra cuenta que fue un encuentro de incómoda tensión debido a la supuesta amenaza que empezaban a ser aquellos chicos de Liverpool para el reinado de Elvis. También, por los posicionamientos políticos tan contrarios que mantenían respecto a la Guerra de Vietnam. Pero hay quienes aseguran que fueron tres horas de música y de buen humor entre gigantes.
El Legado de Elvis Presley
Elvis continúa siendo una leyenda viva, pese a llevar casi cinco décadas fallecido. Su legado e influencia fue más allá del rock y la forma de interpretarlo; fue un símbolo de ruptura, de audacia, de rebeldía y de transformación de la música y la cultura de los 50. Incluso creó toda una tendencia en la moda.
Nadie, hasta entonces, había sido capaz de generar desde un escenario, tantos y tan variados estilos para vestirse, calzarse o peinarse. Desde los trajes de dos piezas, ajustados, que le caracterizaron en sus primeros años como Rey del rock and roll, a las chaquetas de cuero y pantalones oscuros que han perdurado hasta hoy en la moda masculina. También se atrevió con pañuelos y fulares, con camisas y estampados vivos y llamativos propios de la moda psicodélica, y con vestuarios desbordados de lentejuelas y bordados que han influido notablemente en posteriores estrellas de la música. Elvis configuró su imagen también a través de accesorios y peinados. Las enormes y llamativas hebillas de sus cinturones, las gafas de sol y las joyas, junto a su tupé y zapatos bicolores en punta, le hicieron ser visto como un rebelde intrépido, lleno de confianza en sí mismo y de una personalidad arrolladora.
A setenta años de la irrupción de Elvis en la escena musical, su vida sigue despertando interés, y miles de fans peregrinan año tras año a Graceland en busca del espíritu del Rey del rock and roll. En 2018, Donald Trump le concedió a título póstumo la Medalla Presidencial de la Libertad, que es la más alta distinción civil de los Estados Unidos.
También nosotros le oímos resonar en nuestros corazones.
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