Gente Yold. Entrevista a Emilio Gutiérrez Caba
“El mundo era más simple hace 50 años”
Emilio Gutiérrez Caba es probablemente el mayor ejemplo de veteranía, compromiso y pasión dentro del mundo de la interpretación en España. Toda una vida sobre los escenarios le ha otorgado un respeto máximo por la profesión y una reputación que se ha ganado a pulso. Hoy tenemos el honor de recibirle en GY.
Emilio Gutiérrez Caba tiene 74 años y lleva más de 50 subido en los escenarios. Toda una vida dedicada a la interpretación, que hace que hoy sea uno de los grandes actores del panorama español. Pocos habrá que, con una reconocida carrera profesional llena de éxitos, tengan mejor conocimiento de causa que él para juzgar la situación actual de la interpretación dentro de nuestras fronteras. “Incierta”, así es como la tilda Emilio, que no parece pensar que las cosas vayan a mejorar pronto.
El ganador de dos premios Goya acaba de estrenar ‘Brava’, un film de Roser Aguilar; pero sigue actuando en teatro y no se cierra a ningún nuevo proyecto. Cuando le confesamos que un pajarito nos había hablado de su probable retirada de los escenarios, Gutiérrez Caba se resigna a aceptar que sea así. “Evidentemente, si las capacidades físicas me abandonan tendré que pasarme a la retaguardia”, nos asegura. Estamos seguros de que queda Emilio para rato.
“La energía hay que sacarla porque no hay más remedio. En la sociedad en la que vivimos, con los márgenes estrechísimos que algunos de nosotros tenemos, no hay más remedio que trabajar”.
Gente Yold: Emilio, acabáis de estrenar ‘Brava’, donde compartes cartel con Laia Marull y Bruno Todeschini, ¿nos habla un poco de la película?
Emilio Gutiérrez Caba: -“‘Brava’ es la historia de una mujer que asiste a un suceso muy desagradable en el metro de Barcelona, una agresión sexual, lo que desencadena en su mente una serie de replanteamientos, tanto de relaciones personales como familiares. La película tiene un mensaje muy claro de que todos tenemos que resolver nuestros problemas, que están ahí y no se resuelven nunca solos.
El film refleja la situación de una mujer frente a una serie de acontecimientos desagradables. En mi opinión, la directora, Roser Aguilar, ha llevado magistralmente a cabo el planteamiento de esta película, tanto desde el punto de vista cinematográfico como del narrativo”.
Cartel de su último estreno cinematográfico
G.Y.: Cincuenta años en la profesión se dicen pronto, ¿cómo ve el sector?, ¿es más difícil ser actor ahora?
E.G.C.: -“Cada época tiene sus dificultades y desde luego que el actual es un momento complicado, principalmente porque se ha mezclado también la crisis económica. Yo creo que el mundo era más simple hace 50 años de lo que lo es hoy en día, a pesar de lo complicado que ya era entonces.
“La fortuna, la casualidad y la suerte son fundamentales en el éxito”.
La situación hoy en día es incierta, no se puede dar un diagnóstico exacto, pero mi impresión es que no se prevé una situación muy optimista a corto plazo y medio plazo. No obstante, con 20 años la vida en general debe verse desde un punto de vista optimista, eso no lo pueden perder las nuevas generaciones de actores”.
Con Laia Marull en ‘Brava’
G.Y.: ¿Qué haría falta para mejorar el sector?
E.G.C.: -“Pues la verdad es que no lo sé. Lo único que tengo claro es que para todo siempre tiene que haber un factor fundamental, que es la buena voluntad, la voluntad de hacer cosas. Si predomina este sentimiento, sin duda esto irá hacia delante. En cambio, si sigue predominando la tendencia que por desgracia siempre ha estado presente en la historia, la de repartirse las cosas entre cuatro, pues aquí no habrá forma humana de levantar esto.
En resumen, es una cuestión de buena voluntad, generosidad e inteligencia. Con la dosis adecuada de cada una de las cosas se arreglarán, pero si no nada cambiará”.
Recibiendo el Goya de manos de Paquita Rico por su trabajo en ‘La comunidad’ (2001)
G.Y.: ¿Cómo ha conseguido ser un actor tan versátil?
E.G.C.: -“Más que yo, eso lo han conseguido los guionistas y los directores que han confiado en que yo pudiera hacer todos esos personajes. Fueron ellos los que consideraron que yo era válido para encarnar todos los roles que he encarnado, ellos me dieron la confianza. Yo creo que no es algo que llegue solo porque uno quiera, sino que necesita la confianza de otros profesionales”.
G.Y.: ¿De dónde vino su pasión por la interpretación?
E.G.C.: -“Pues no siempre. Yo desde un principio quería dedicarme al mundo de cine, pero más bien en la rama técnica. Los primeros años me dediqué a revelar películas y luego las cosas se fueron reconduciendo ellas solas hacia otro tipo de metas ¡Puedo jurar que se recondujeron solas! –ríe.
Por supuesto uno tiene que poner de su parte, pero en mi opinión la fortuna, la casualidad, la suerte y la oportunidad factores son fundamentales”.
Cartel de su último estreno teatral
G.Y.: También ha estrenado hace poco en teatro “Después del ensayo” de Ingrid Bergman, y ha asegurado que empieza poco a poco a decir adiós a los escenarios, ¿será su última obra?
E.G.C.: -“No lo sé, prefiero decir que será la penúltima –ríe. Es una cuestión de superstición, no me gusta decir que puede ser la última. Yo desde luego que desearía que no lo fuese, entre otras cosas porque me encanta hacer teatro como es debido y en ese sentido ‘Después del ensayo’ es una obra magnífica, desde el punto de vista humano y también del teatral. Me encanta hacer personajes así y me encantaría seguir haciéndolos, lo que pasa es que, evidentemente, si las capacidades físicas empiezan a abandonarme en algún momento, tendré que colocarme más en la retaguardia.
“Para muchos actores la muerte ideal sería que nos diese un ‘telele’ encima del escenario”.
Es ley de vida y yo lo tengo que aceptar porque no hay más remedio. Si pudiese elegir, me gustaría retirarme, o bien poco a poco y de forma gradual, o bien de la forma más brusca: que me diese un ‘telele’ en el escenario. Para muchos de nosotros sería la muerte ideal”.
G.Y.: A pesar de que a principios de este año tuvo que suspender una gira por motivos de salud, en general ha llevado un ritmo frenético y lo sigue haciendo a sus 74 años. ¿Tiene algún secreto?, ¿de dónde saca tanta energía?
E.G.C.: -“La energía hay que sacarla porque no hay más remedio. En la sociedad en la que vivimos, con los márgenes estrechísimos que algunos de nosotros tenemos, no hay más remedio que trabajar. Especialmente cuando uno trabaja por su cuenta y gestiona su propio negocio, las cuentas no salen si no se trabaja todos los días”.
G.Y.: ¿No pinta nada la pasión en todo esto?
E.G.C.: -“Por supuesto la pasión por interpretar está ahí intacta. Es algo que un actor lleva dentro y que siente cada vez que actúa”.
En la promoción de ‘Gran Reserva’
G.Y.: Con más de 80 películas, decenas de obras de teatro y numerosas series de televisión a sus espaldas, ¿hay algún trabajo que recuerde con especial cariño?
E.G.C.: -“Pues sí. Recuerdo un ‘Hamlet’ que hice hace muchos años, en 1970, junto a Claudio Guerín, que me encantó. También ‘Gran Reserva’, ’23-F: el día más difícil del Rey’, ‘Lo que escondían sus ojos’… son trabajos que me ha gustado mucho hacer y que me han dado una gran satisfacción personal y artística, porque he trabajado con gente muy válida”.
G.Y.: ¿Tiene algún proyecto más por delante?
E.G.C.: -“Pues sí, estoy escribiendo un libro, y nada menos que el libro de mi familia. Tengo que ir entregando trabajo a la editorial, lo cual me ocupa bastantes horas al día, y yo imagino que en unos meses o como máximo un año estará listo.
Ha sido un trabajo muy bonito porque todo está creado a base de recuerdos, y ha sido como introducirme en el túnel del tiempo. Ha sido precioso recordar una serie de cosas y al mismo tiempo muy doloroso también. En ocasiones tengo la impresión de que esos recuerdos son más bien sueños y no vivencias reales”.
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Carmen Matas Gallardo
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