MUNDO YOLD. El desconocido y pequeño país de Nauru

Nauru: el paraíso desconocido que espera a ser descubierto

Carmen Matas
31 octubre, 2024

Nauru, país insular y el tercero más pequeño del mundo, es un destino tan remoto que solo recibe 160 turistas al año. Sin embargo, también guarda tesoros naturales, playas vírgenes y una historia fascinante de riqueza y decadencia que lo convierten en un paraíso oculto por descubrir. ¡Sigue leyendo!

¿Alguna vez has escuchado hablar de Nauru? Es probable que no, ya que este pequeño país insular en el Pacífico es tan misterioso como inaccesible. Con solo 21 kilómetros cuadrados, Nauru se jacta de ser el tercer país más pequeño del mundo, pero lo que realmente lo hace único es su anonimato casi absoluto en el turismo global. Sorprendentemente, recibe menos de 200 turistas al año, lo que lo convierte en la nación menos visitada del planeta. A pesar de esto, Nauru esconde tesoros naturales y culturales que fascinarían a cualquier aventurero dispuesto a salirse de los destinos más trillados.

Las espectaculares formaciones de la bahia de coral

Hoy en Gente Yold, queremos contarte más sobre este paraíso olvidado por el mundo. Un lugar que combina playas vírgenes, una historia marcada por la explotación de fosfato, y una cultura vibrante y hospitalaria. Aunque es un destino reservado para aquellos con espíritu aventurero, Nauru ofrece experiencias únicas que no encontrarás en los típicos destinos turísticos. Acompáñanos en este recorrido por la isla donde el tiempo parece haberse detenido, y descubre por qué este país debería estar en la lista de deseos de cualquier explorador curioso.

Con solo 21 kilómetros cuadrados, Nauru se jacta de ser el tercer país más pequeño del mundo

Un viaje a la “isla olvidada”

Nauru es lo más cercano a una cápsula del tiempo en el siglo XXI. Ubicada al noreste de Australia y cerca de la línea del Ecuador, la isla es una joya natural que ha permanecido casi intacta a los ojos del mundo. Pero ¿por qué tan pocos turistas se aventuran hasta aquí? En gran parte, se debe a su aislamiento geográfico y a las dificultades para acceder a la isla. Solo un puñado de vuelos semanales conectan Nauru con otros países, lo que hace que llegar sea un desafío en sí mismo. Una vez allí, las opciones de alojamiento son limitadas: la isla cuenta con apenas un par de hoteles básicos, y la mayoría de los servicios turísticos son prácticamente inexistentes.

Nauru es uno de los territorios más desconocidos y aislados del planeta, apenas un puntito en el inmenso Oceano Pacífico.

Este aislamiento, sin embargo, es lo que convierte a Nauru en un destino tan fascinante. Lejos del bullicio de las grandes ciudades o los resorts abarrotados, la isla ofrece una paz y tranquilidad inigualables. Sus playas, como la espectacular Anibare Bay, son un oasis de aguas cristalinas y arenas blancas, perfectas para relajarse sin una multitud alrededor. Además, los arrecifes de coral que rodean la isla ofrecen uno de los mejores escenarios para el buceo y el snorkel, con una biodiversidad marina que pocos lugares en el mundo pueden igualar.

La espectacular Bahía de Anibare

Un pasado marcado por la riqueza… y la decadencia

Aunque hoy en día Nauru es conocida por su serenidad y aislamiento, su historia reciente es una montaña rusa de altos y bajos. Durante gran parte del siglo XX, la isla fue una de las naciones más ricas del mundo debido a sus abundantes depósitos de fosfato, un mineral utilizado en fertilizantes. Este recurso natural le permitió a Nauru disfrutar de una enorme prosperidad económica en los años 70, con una renta per cápita que rivalizaba con la de los países más desarrollados. Se construyeron lujosas infraestructuras y sus ciudadanos gozaron de un nivel de vida excepcional.

Durante décadas, los nativos de la isla trabajaron en difíciles condiciones, en las minas de fosfatos. Esta imagen es de 1919.


Durante gran parte del siglo XX, la isla fue una de las naciones más ricas del mundo debido a sus abundantes depósitos de fosfato

Sin embargo, la sobreexplotación del fosfato provocó una catástrofe ecológica y económica. Hoy en día, gran parte del interior de la isla está devastada por la minería, con cráteres que recuerdan el precio que Nauru pagó por su efímera riqueza. A medida que los recursos se agotaron, el país cayó en una profunda crisis financiera, lo que lo llevó a buscar alternativas para mantenerse a flote. A pesar de estos desafíos, los nauruanos han sabido adaptarse y preservar su identidad cultural.

Las minas de fosfatos en la actualidad, ya abandonadas.

Por la importancia de su producción de fosfatos, la isla fue bombardeada en la Segunda Guerra Mundial por la aviación alemana. Las bombas hundieron cinco buques mercantes y perjudicó gravemente el suministro de fosfatos en Australia y Nueva Zelanda, lo que al mismo tiempo, ocasionó la reducción de la agricultura en ambos países.

El ataque de la aviación alemana a la isla

Naturaleza y cultura en estado puro

Uno de los mayores atractivos de Nauru es su rica cultura polinesia, que ha perdurado a pesar de la modernización y los cambios económicos. A diferencia de otros destinos turísticos más desarrollados, en Nauru puedes experimentar la auténtica hospitalidad de los locales. Los nauruanos, con su espíritu tranquilo y acogedor, están siempre dispuestos a compartir su cultura con los pocos visitantes que llegan a la isla. Las tradiciones como la pesca, la música y los bailes tradicionales siguen siendo una parte vital de la vida en Nauru, y los turistas tienen la oportunidad de sumergirse en estas experiencias culturales únicas.

Los nauruanos, con su espíritu tranquilo y acogedor, están siempre dispuestos a compartir su cultura con los pocos visitantes que llegan a la isla

En cuanto a la naturaleza, la isla ofrece más que solo playas idílicas. El lago Buada, por ejemplo, es un destino imperdible: este pequeño lago de agua dulce rodeado de palmeras es un remanso de paz en medio del paisaje minero de la isla. Además, los más aventureros pueden recorrer en bicicleta los 19 kilómetros que rodean la isla, una actividad popular entre los visitantes debido a su facilidad y la belleza de las vistas que ofrece a lo largo de la costa.

Lago Buada, Nauru 2007. Fotto: Lorrie Graham

¿Qué comer en Nauru? La gastronomía local

Como toda isla, la dieta de Nauru se basa en gran medida en los productos del mar. El pescado es el protagonista en la mayoría de los platos locales, con el atún y otros pescados frescos como ingredientes clave. Entre los platos típicos, destacan los preparados con leche de coco, que le otorgan un sabor tropical característico a muchas de las recetas locales. Si bien no encontrarás restaurantes gourmet, la comida en Nauru es una mezcla de influencias polinesias y asiáticas, lo que la convierte en una experiencia deliciosa para los amantes de la gastronomía exótica.

Nauruanos y sus casas tradicionales en Arenibek en 1896.

A pesar de sus limitaciones en cuanto a infraestructuras turísticas, Nauru ofrece una oportunidad única para quienes buscan una experiencia auténtica y diferente. Su aislamiento y su rica historia la convierten en un destino perfecto para aquellos que desean explorar lo desconocido, alejarse del turismo masivo y descubrir un rincón del mundo que pocos tienen la suerte de conocer.

¿Sabías que Nauru fue una de las naciones más ricas del mundo gracias al fosfato? ¿Te imaginas recorrer esta pequeña isla en bicicleta y disfrutar de sus playas vírgenes? Cuéntanos tu opinión en los comentarios o en nuestras redes sociales. ¡Nos vemos pronto en Gente Yold para más descubrimientos exóticos!

Imágenes:
Wikipedia y Wikicommons

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