YOLD TRABAJO. El paro en mayores de 50
Un drama de nuestro tiempo
Según los datos del Instituto Nacional de Estadística (INE), en el primer trimestre de 2016, más de 1.100.000 de personas mayores de 50 años (un 23,2% de la población) figura en la lista del paro. Un auténtico drama de nuestra época que nos convierte en un sector de población especialmente vulnerable.
Las estadísticas siguen apuntando a nuestro sector como uno de los más vulnerables laboralmente hablando. Según el INE, en el año 2015 el desempleo en mayores de 50 años fue de más de 1.200.000 personas. Se trata, además, del segmento de parados de mayor duración temporal. Los desempleados de estas edades pertenecen a una generación en tierra de nadie, a caballo entre un mercado de trabajo que les considera demasiado mayores, y una jubilación que aún queda muy lejana, y con cada vez condiciones más difíciles de cumplir.
En un país donde la esperanza media de vida ya es de 82 años, resulta que con cuarenta y tantos, te expulsan del mercado laboral.
El Estado ofrece un subsidio especial para mayores de 55 años que puede ser solicitado por aquellas personas que hayan agotado su paro, y carezcan de ingresos superiores a 490 euros aproximadamente al mes (cifra tope para 2016), tanto por su cuenta, como dentro de su estructura familiar. Es decir, que si en un matrimonio, uno de los dos cónyuges tiene una renta superior a los 970 euros mensuales, la persona parada no podría pedir la ayuda.
Lo bueno y lo ¿malo? de un trabajador con experiencia
A la hora de solucionar este problema, nuestros políticos navegan cada uno por su orilla, sin que de verdad se escuchen claras y contundentes soluciones para este problema, que no es en realidad solo un problema de los parados, sino de toda la sociedad. Mientras se desaprovecha la experiencia y el potencial de más de un millón de personas, las arcas del Estado, y especialmente las de la Seguridad Social, menguan poco a poco para pagar subsidios, pensiones y jubilaciones. En un país donde la esperanza media de vida ya es de 82 años, resulta que, en la mitad, con cuarenta y tantos, ya te consideran demasiado mayor y te expulsan del mercado laboral.
Hay muchas causas para este drama: teniendo en cuenta que en España hay también casi un 50% de paro en la generación con los jóvenes más preparados y formados de nuestra historia, es al menos fácil de entender que muchas empresas opten por jóvenes a los que pueden ofrecer sueldos, además mucho más baratos. El trabajador joven, por lo general, también ofrece más flexibilidad en cuestiones como la movilidad laboral, capacidad de adaptación a nuevos requisitos, etc.
Los trabajadores de todo el mundo, a partir de una edad, están cada vez más amenazados por un sistema que ha dejado de valorar la experiencia y la veteranía.
Los expertos apuntan también al frenético ritmo de la evolución tecnológica de los últimos años para apuntar al hecho de que muchos trabajadores mayores se han quedado sin actualizar sus conocimientos, sin estar totalmente al día en un aspecto muy necesario para el actual mercado de trabajo.
Sin embargo, desde Gente Yold, queremos recordar que son otras muchas, y definitivas, las ventajas que ofrecemos los trabajadores de 50 años; la primera de ellas, la experiencia. Porque, como dice el refrán: “Más sabe el diablo por viejo que por diablo”. Para responder adecuadamente a gran parte de las problemáticas, dilemas, decisiones y cuestiones diarias a las se debe enfrentar cualquier trabajador, se necesita experiencia, sensatez y recursos que se aprenden con el bagaje adquirido por los años.
De poco sirve que el mundo evolucione, que cada vez tengamos más salud, si resulta que a los 45-50 años nos convertimos en unos “viejos laborales”.
Los expertos en mercado laboral también valoran el hecho de que los trabajadores mayores suelen ser más responsables, respetuosos y serios; valoran el compromiso y son conscientes de la necesidad del esfuerzo, por cuestiones que también, simplemente, van asociadas a la edad y a las generaciones en las que todos crecimos. Esta problemática precisa de una conciliación entre administraciones, políticos, empresas y trabajadores para buscar vías concretas a esta situación.
Cada vez somos más los que luchamos contra la discriminación por edad
El problema de la discriminación por edad no sucede solo en España: los trabajadores de todo el mundo, a partir de un determinado número de años, están cada vez más amenazados por un sistema que ha dejado de valorar la experiencia y la veteranía. Por ello, tanto en nuestro país, como en otros lugares, se van creando movimientos, asociaciones y proyectos para luchar especialmente por crear empleo en este sector de la población. A continuación, incluimos información de algunos de ellos.
De poco sirve que el mundo humano evolucione, que cada vez tengamos más salud, que podamos envejecer mucho más tarde, si resulta que a los 45-50 años nos convertimos en unos “viejos laborales” según algunos criterios. Por eso, desde Gente Yold, nos sumamos a esta revolución contra la nueva y estúpida forma de discriminación del siglo XXI: la que expulsa a los humanos del mercado laboral, justo en el momento de su vida en que son físicamente jóvenes y vitalmente llenos de experiencia.
Deja un comentario