Bienestar Yold. La doctora Soledad Luque, del Hospital Gregorio Marañón, responde a todas las preguntas sobre este cambio físico y hormonal.
Todo sobre la menopausia
Hasta hace poco, la palabra menopausia señalaba el principio del fin de una mujer. Afortunadamente, nos hemos librado de un montón de traumas como este. Ahora nos falta aprender todas las claves para adaptar perfectamente el cuerpo a nuestro estado físico. La doctora Soledad Luque nos da todas las claves que necesitamos para ello.
Menopausia: esa palabra realmente temida hasta hace algunos años, cuando las madres o las amigas nos contaban cosas tan terribles como que, a partir de que te viniera, ya no podrías tener hijos, por lo que dejabas de ser mujer. Una situación en la que la sociedad, de alguna forma, te empezaba a arrinconar, y que normalmente estaba asociada al hecho de ser una mujer vieja, fea y gorda. Lo cual casi te daba derecho, por otra parte, a estar deprimida, enferma y agobiada. Un horror. De hecho, el término “menopáusica” se sigue empleando casi como insulto despectivo, porque cuando dejaba de ovular una mujer automáticamente, se convertía en una pre-anciana, con poco más que aportar; alguien que había empezado a meter un pie en la tumba.
Afortunadamente, entre las muchas e importantísimas cosas que las últimas generaciones femeninas hemos cambiado, se encuentra sin duda esta. En la actualidad, para muchas de nosotras, entrar en la menopausia no solo no es un problema, sino una absoluta liberación. Se acabaron los tampones y las compresas con o sin alitas. Se acabaron los horribles dolores menstruales, la pre y post depresión menstrual. Se acabó manchar la ropa, y se acabaron un montón de molestias más que hemos arrastrado sin remedio durante años. Empezamos una época nueva, con evidentes cambios físicos y hormonales que, aunque también pueden acarrear molestias, pueden prevenirse y tratarse adecuadamente. Bien llevada, conociendo lo que pasa con nuestro cuerpo, y adaptando las pautas de prevención necesarias nuestra menopausia, además de liberadora, será nuestra entrada en una nueva y estupenda era de joven madurez. Y lo más importante: se acabó el hecho de tener que estar acabadas, amargadas o deprimidas. No lo decimos solo nosotros, lo dice también la doctora Soledad Luque Molina, del Hospital Gregorio Marañón, que tiene una amplia experiencia en este tema y a quien hemos consultado para hacer una amplia y detallada revisión de lo que supone la llegada de la menopausia en la vida de una mujer.
Licenciada en la Universidad Complutense de Madrid, la doctora Luque se especializó en Cirugía Laparoscópica y Patología Mamaria en el Hospital Clínico de Madrid. Tras distintos periodos de especialización en Clemont-Ferrand, Bruselas, Estambul y Berlín, Luque ha trabajado en distintos centros, como el Gómez Ulla o el Hospital de El Escorial. Actualmente pertenece al Servicio de Ginecología Oncológica del Gregorio Marañon y colabora asiduamente en el Centro Médico Carpetana de Madrid y en el Hospital Virgen del Mar. Ella, como la humilde servidora que firma esta entrevista, como las nuevas mujeres yold, estamos de acuerdo en que con la menopausia se van muchos problemas y llegan muchas ventajas.
Gente Yold. -Doctora, desde que comenzó sus estudios en ginecología hasta ahora, el mundo de la mujer ha cambiado enormemente ¿Esto se nota en su profesión? ¿Han cambiado también sus pacientes? ¿Y el entorno sanitario en general?
Soledad Luque. –“En general el mundo ha cambiado mucho en los últimos años. En el tema que estamos tratando, lo que antes se consideraba propio del final de una etapa que daba paso a la ancianidad, actualmente está incorporado dentro de la edad madura de la mujer. Una etapa llena de posibilidades y liberada de muchas ataduras. Los médicos también hemos cambiado nuestra opinión y nuestro posicionamiento con respecto a la menopausia. Las pacientes están preocupadas por lo que pueda afectarlas y muchas de ellas reivindican un status similar al previo. De hecho, es muy frecuente en nuestras consultas, solicitarnos consejos antes de que llegue esta edad, sobre qué hacer o como prevenir algunos de los síntomas más molestos”.
GY. -Hasta hace unos años, la llegada de la menopausia o climaterio para una mujer era como un paso previo al fin del mundo, como si a partir de ese momento, te hicieras automáticamente vieja ¿Esto sigue siendo así?
S. L. –“No en absoluto. Como decía anteriormente es una parte de la edad madura de la mujer, en la que puede verse liberada de la presión sobre su fertilidad y disfrutar plenamente de la sexualidad. Este es un tema recurrente en nuestras consultas. Con la incorporación de la mujer al trabajo fuera de casa, esta etapa no pocas veces coincide con el desarrollo profesional y afianzamiento de una carrera laboral, sea la que sea, más consolidada, en general y quizás con menos necesidad de compaginar la vida laboral con la familiar. Es un momento que puede ser de liberación y mayor proyección laboral y personal”.
“La época de la menopausia puede ser un momento de liberación y mayor proyección laboral y personal”.
GY. -Comenzando por lo básico, ¿puede resumirnos qué sucede básicamente en la menopausia?
S. L. -“Básicamente en la menopausia lo que ocurre es que las hormonas que se producen y liberan en los ovarios dejan de producirse y el organismo tiene que readaptarse a esa nueva situación. No es que desaparezcan por completo, pero la producción cae significativamente y el lugar de producción no es ahora el ovario, sino la grasa periférica y las glándulas suprarrenales. Los niveles sanguíneos son menores y esto repercute en muchas esferas, la sexual (es frecuente una disminución de libido, que generalmente es temporal), calidad de la masa ósea (al principio de la menopausia hay una pérdida acusada de calcio en los huesos). Aumenta el riesgo cardiovascular (ya que los estrógenos son protectores). Aparece un cortejo sintomático típico del climaterio muy variable de unas mujeres a otras: sofocos, insomnio, irritabilidad, ánimo bajo, tendencia al sobrepeso…”.
GY. -Según los manuales de siempre, los síntomas comienzan sobre los 50 años ¿Suele haber muchas variaciones en esto? ¿Hasta qué edades se puede tener la menstruación?
S. L. -“Sí, es variable. Se considera normal la menopausia entre los 45 y 55 años. Antes estaríamos hablando de menopausia precoz y después de los 55 años habría que descartar la existencia de patología orgánica. Existen variaciones y es frecuente que, en una misma familia, las mujeres suelan tener la menopausia en edades similares. Es decir que abuelas, madres e hijas y hermanas suelen ser similares en las edades en las que se presenta la menopausia”.
GY. -Para muchas mujeres, los síntomas son tan irregulares al principio, que se vuelven locas, especialmente con estas reglas que aparecen y desaparecen ¿Cómo afrontar los primeros síntomas del climaterio?
S. L. -“En general las mujeres no se vuelven locas con los desarreglos menstruales y con el inicio de algunos síntomas que anuncian que están en periodo de perimenopausia o cercano ya a la menopausia. Solo un pequeño grupo verdaderamente tiene alterada de forma muy importante su calidad de vida. Se trata de explicar en qué consiste este periodo de la vida, que es un momento de tránsito. Aclarar dudas, dar algunas recomendaciones básicas y de sentido común y sobretodo animarlas a disfrutar de todas las ventajas que tiene esta nueva etapa. Es un momento para cuidarse, para empezar a cuidarse, si no se ha hecho hasta ahora. Las mujeres, en general, nos pasamos la vida cuidando de los demás, hijos, padres, amigos, pero dedicamos poco tiempo a nosotras. Es el momento ideal para tomar conciencia del autocuidado, de querernos”.
“Las mujeres nos pasamos la vida cuidando de los demás. Este es un momento ideal para empezar a cuidarnos a nosotras”.
GY. -Una vez que empezamos con los síntomas, entendemos que los cambios de hábitos hacia una vida sana y una mejor alimentación son imprescindibles. ¿Cuáles son los alimentos estrella para nosotras?
S. L. –“Sí, así es. La alimentación debe ser equilibrada, siempre debe ser equilibrada, pero quizás ahora con un plus añadido. Hay que tener presente la ingesta de derivados lácteos, de forma diaria, evitar grasas y realizar ejercicio de forma regular. Es básica la realización de ejercicio: caminar, montar en bicicleta, nadar, correr… Da un poco lo mismo, cada una debe adaptar su vida a las posibilidades de realizar ejercicio. Pero es fundamental realizarlo y adquirir el hábito de hacerlo, si es que no se tiene todavía. Si además lo compaginamos con pilates o yoga, estaremos preparándonos un plan de vida fabuloso”.
“Hay que empezar a hacer ejercicio, si es que no se hace todavía. Si además lo compaginamos con yoga o pilates, estamos preparándonos un plan de vida fabuloso.
GY. -¿Se pueden compensar las variaciones hormonales con terapia hormonal? ¿Realmente funcionan? ¿Qué contraindicaciones pueden tener estos tratamientos?
S. L. –“Sí, claro que se puede usar la Terapia Hormonal Sustitutiva para aquellas mujeres que verdaderamente lo necesiten. En realidad, son las menos, porque la mayoría de las mujeres pasan por la menopausia bien, adaptándose y entendiendo los cambios de su organismo. Es cierto que en algunos casos la vivencia es tan molesta, tan incómoda que precisa de ayuda médica, pero en general no precisa tratamiento médico. Volviendo a la terapia hormonal, funciona y se puede usar durante un tiempo. Yo siempre les digo a mis pacientes que es una ayuda circunstancial, porque como todos los tratamientos hormonales tiene efectos secundarios, que en algunos casos pueden ser importantes. Disponemos de un arsenal de remedios llamados naturales, extraídos de plantas y que si no hacen desaparecer por completo los síntomas, sí los hacen más tolerables”.
GY. -En la actualidad, se anuncian muchos productos alimenticios concretos, y sustancias “milagrosas” para esta fase de la mujer ¿Son fiables? ¿No hay un poco de leyenda urbana en estas recomendaciones? ¿Puede concretar alguno?
S. L. –“Sí, hay muchas publicidad engañosa al respecto. Productos milagros como tal no existen. Lo más efectivo es la Terapia Hormonal Sustitutiva, pero como dije anteriormente, no es inocua. Hay que intentar no medicalizar esta parte de la vida”.
GY. -Los sofocos suelen ser el síntoma del que más mujeres se quejan, al menos públicamente. Hasta se ha escrito una obra de teatro con este título ¿Son realmente tan frecuentes y trascendentes? Además de la alimentación y de acudir a un sitio fresquito, ¿hay algo que nos pueda ayudar en ese momento?
S. L. –“Bueno, su presencia es variable. Hay mujeres que apenas los sufren y otras que parecen vivir en una sauna. Lo normal es que vayan cediendo y aparezcan esporádicamente. Para aliviarlos, la proteína de soja es lo más eficaz. De hecho, las mujeres orientales que tiene una alimentación con una presencia grande de proteína de soja, apenas si los sufren. Nosotros no tomamos tanta cantidad y hay que realizar ingesta extra”.
GY. -Los cambios hormonales inevitablemente, también conllevan muchos cambios psicológicos ¿Es cierto que una menopáusica es, casi por defecto, una mujer alterada?
S. L. –“No estoy muy de acuerdo con esto, porque la mayoría de las mujeres menopáusicas no tiene alteraciones o cambios psicológicos. Es posible que en un corto periodo de tiempo haya cambios de ánimo, pero son pasajeros. Es un momento fantástico para la introspección y hacer balance, sacar conclusiones y planificar el futuro”.
GY. -¿Se puede llegar a la depresión a través de la menopausia? ¿Y qué hacemos en ese caso?
S. L. -“Sí se puede. Seguramente concurrirán otros factores en ello. El peso que puedan tener unos u otros es difícil de dirimir. Pero no cabe duda que en un momento de cambio, físico y psíquico, en algunos casos, puede aparecer una depresión que estuviese latente. Si sucede, se debe consultar a un especialista, un psicólogo o incluso un psiquiatra. No se debe tener miedo de tratar estos temas. De la misma manera que solicitas ayuda de otros profesionales, un psicólogo/psiquiatra puede ayudarte y atajar un problema emergente que puede llegar a ser muy serio”.
GY. -La menopausia implica, en la mayoría de los casos, también un aumento de peso ¿Cuáles son las zonas más afectadas? ¿Qué podemos hacer al respecto?
S. L. –“Sí. El depósito de grasa en la menopausia cambia de patrón y en las mujeres tenemos una tendencia mayor a acumular grasa en el abdomen, glúteos y también mamas. La solución es hacer ejercicio y cuidar la dieta. En algunos casos habrá que consultar con un especialista de nutrición y cambiar hábitos alimentarios. Es cierto que son años en los que los kilos se cogen con facilidad y se pierden con mucha dificultad. Lo importante es la constancia y olvidarse de las dietas milagro, que a la larga tienen efecto de rebote. Como en cualquier otra situación, lo primero es detectar que existe un problema de sobrepeso, querer cambiarlo, tomar conciencia de ello y ponerse manos a la obra. La constancia es fundamental”.
GY. -¿Es cierto que la menopausia implica menor riesgo de sufrir cánceres de mama y otros?
S. L. –“Pues no, no es cierto. De hecho, la franja de mayor presencia en cáncer de mama es justamente en la menopausia y postmenopausia. Igual ocurre con el cáncer de útero y ovarios. Por ello, las mujeres deben acudir a su ginecólogo para realizar revisiones periódicas, como parte del autocuidado”.
GY. -¿Menopausia significa total incapacidad para concebir, o se puede acudir a prácticas de fertilidad para tener hijos después de este momento? ¿Cuáles?
S. L. –“Las posibilidades de concebir de forma espontánea en el inicio de la menopausia son anecdóticas. Eso no quita para que, de forma ocasional pueda producirse un embarazo, pero las posibilidades son pequeñas y precisamente por estar al final de la vida reproductiva, la reserva ovárica es mínima y esos ovocitos no son de buena calidad y el riesgo que conlleva de alteraciones cromosómicas, si finalmente se consigue embarazo, no es pequeño. Hoy en día el retraso de la maternidad nos lleva a situaciones en las que la mujer opta por tener hijos muy tarde y acude a consulta de Reproducción tras esperar un tiempo sin conseguir un embarazo, por otro lado, muy deseado. En la actualidad se disponen de recursos médicos que no existían hace apenas unas décadas. La fecundación in vitro, la donación de ovocitos, incluso la subrogación de útero, son prácticas habituales. Algunas mujeres también optan por preservación de ovocitos de forma preventiva, si tienen que someterse a tratamientos sistémicos, como quimioterapia o radioterapia”.
GY. -¿Cualquier otra aportación interesante para nuestras lectoras?
S. L. –“Sí, me gustaría acabar haciendo una reflexión sobre el potencial que tenemos las mujeres, tan extraordinario, y que no solo no acaba cuando llega este momento de nuestras vidas, la menopausia, sino que muchas veces, es al contrario: hace que nos ayude a descubrir quienes somos. Por ello, animo a tus lectoras a que se cuiden y disfruten de la vida”.
¡Gracias doctora!
Entrevista: Inés Almendros
Fotos: Antonio Beas, de Krassia Photography para Gente Yold
Totalmente de acuerdo en que la menopausia es una etapa de la vida como cualquier otra. Pero lo que para unas es un cambio sin importancia, para otras es algo realmente molesto y difícil de llevar. En mi caso y después de más de seis años los sofocos no han desaparecido, están presentes día y noche y el insomnio llegó para quedarse. Y el tratamiento sustitutorio dura lo que dura y luego pues otra vez igual. Ya me he mentalizado que esto ya va a ser así para siempre.