Gente Yold. Entrevista con Faemino y Cansado, gigantes del humor

Faemino y Cansado: “La mitad de nuestro público es gente muy joven”

Guillermo Puche
9 noviembre, 2021

Aunque ellos no lo sospechen, Faemino y Cansado son los ídolos de gran parte de la redacción Yold. Por eso estábamos tan entusiasmados a la hora de hacer esta entrevista. Y no nos han decepcionado: son igual de majos que como siempre habíamos pensado (hubiera sido un disgusto terrible si no fuese así); pero, además, son de lo más llano y sencillo: “Vemos nuestros videos antiguos en internet y a veces ni nos acordamos de que habíamos hecho eso”, nos confiesan. ¡Vamos, que ahora todavía nos gustan más!

 

Creemos que no puede haber un yold en España que no se haya reído alguna vez con Faemino y Cansado: un humor que se balancea, sin fisuras, entre el absurdo más sesudo y la pura tontuna; que durante años se ha mantenido fresco, y al que muchos seguimos siendo fieles, desde que descubrimos a la pareja hace ya años, en televisión. Hoy siguen, igual de auténticos y más lúcidos que nunca, en el teatro, donde nos reciben.

Gente Yold: Después de tantos años juntos, debéis de ser una de las pocas parejas estables que quedan en el star system ¿Cuál es vuestro secreto para manteneros unidos?
Cansado: “Sí, es verdad… Cuando nosotros empezamos el formato `canónico´, el formato imperante, era la pareja de humoristas. De aquellas, quedan dos parejas que son Los Morancos, que son hermanos, y nosotros, que somos amigos. Nuestro secreto es que ya éramos colegas años antes de dedicarnos al humor. El humor se incorporó a la amistad, a la pareja de amigos y no al revés. Pero el secreto auténtico estriba es que somos colegas, muy colegas”.

“Nuestro secreto es que ya éramos colegas años antes de dedicarnos al humor. El humor se incorporó a la amistad, a la pareja de amigos y no al revés”.

 

Faemino: “Está por encima la amistad que la empresa”.

Cansado: “Eso es, eso es… La amistad está por encima de la empresa”.

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G.Y.: También debéis de ser casi los únicos humoristas y actores que os mantenéis en el “candelabro” ¿Cómo lo habéis logrado? ¿Algún consejo para que no te falte el trabajo?
F.: Ser sincero. Que lo que hagas sea sincero y que no se engañe. Que no te engañes a ti mismo, porque si no, engañas a los demás, y viceversa”.

C.: “Lo hemos logrado siendo sinceros, sin jamás hacer concesiones. Yo le diría a la gente que se dedique al humor, que tenemos una profesión bendita, en el sentido de que es una profesión estímulo-respuesta: si después de seis meses, la gente no se ríe con lo que haces, es que tienes que dejarlo. Si te dedicas al arte, en un sentido más amplio, y en el que puedas apelar a la vanguardia u otros conceptos, pues tal vez… Pero en el humor es muy difícil. Si no hay risa, no puedes seguir, aunque seas muy conceptual”.

F.: -“Enseguida sabes cuando tienes que retirarte… para no hacer el ridículo, claro”.

G.Y.: Echemos la vista atrás, ¿cómo os conocisteis? ¿Fue un flechazo a primera vista?
F.: “Nos conocimos diseñando juegos de mesa. Veníamos de distintas actividades… Yo lo llamo un milagro: encontrar una persona con la que sintonizas en el humor al cien por cien -que eso es muy extraño- es un milagro, es química. O sea, somos doscientos mil millones de personas, y coincides con otra persona que…“.

C.: “… doscientos mil millones siendo optimistas…”

F.: “Doscientos mil millones, solo los chinos. Cálculo específico…”.

C.: “¡Ah, vale, solo los chinos! Porque si no, sería incalculable…”.

F.: “Y en fin, esa es la historia… Que es un milagro que coincidas con otra persona que te ríes de lo mismo. Aun teniendo personalidades diferentes y te ríes…”. 

G.Y.: Otros grupos buscan nombres complicados. En vuestro caso fue fácil.
C.: “Sí, fue tirar de archivo. Nosotros no teníamos nombre ¿sabes…?  Actuábamos en la calle y en bares de Madrid. Nos llamaban por los apelativos. En invierno llevábamos un mono rojo de mecánico y nos llamábamos Los del Mono Rojo…”.

F.: “Que no estaba nada mal…”.

C.: “Luego había unos personajes con mucho éxito que se llamaban los Hermanos Benítez y nos llamaban los Hermanos Benítez. Y así, hasta que buscamos un apellido secundario y nos lo pusimos ¡Siempre es tan prosaico todo en nuestra vida!

1G.Y.: Vuestros comienzos en la televisión fueron en el programa “Cajón Desastre” de TVE ¿Ha cambiado mucho la tele desde entonces?
F.: “Yo creo que en la tele se sigue haciendo igual y tienes las mismas sensaciones. Lo que pasa es que los contenidos ahora se basan mucho más en la información, porque es más barato. Haces cuatro horas de debate con invitados y ya está”.

C.: “Y si te refieres al humor, es un tobogán: de pronto hay humor en todos los lados, de pronto no hay nada. Ahora mismo, por ejemplo, en los canales generalistas está sólo`El Club de la Comedia´. E incluso cada vez se hacen menos series. Antes había un montón de series de humor. Ahora está `La que se avecina y poco más´”.

F.: “Es que es muy difícil”.

C.: “Y dentro de unos años volverá a cambiar y será todo humor”.

G.Y.: Hablando de los monólogos, los monologuistas se han puesto de moda desde hace unos años ¿Están ocupando el papel de los cómicos tradicionales?
C.: “El monólogo fue algo importado, pero era todo lo mismo. Era una especie de irónica reflexión, sobre la vida cotidiana; y era todo triste, aburrido, soso. Lo que contaba alguien, lo podía contar otro. No tenía personalidad. Pero eso se acabó: el nivel en España ahora mismo es impresionante. Yo creo que, quitando el humor anglosajón, los monologuistas españoles son los mejores del mundo”.

“Yo creo que, quitando el humor anglosajón, los monologuistas españoles son los mejores del mundo”.

F.: “Yo creo que hay hueco para todos los formatos. Y luego es que al final, el que vale, vale”.

G.Y.: ¿Vuestro público ha crecido también con los años? ¿Quiénes van más a veros, los de nuestra quinta, o los hijos?
C.: “ Nosotros dejamos de hacer televisión, que es el escaparate máximo, ya hace casi doce años, con lo cual ha habido un salto generacional que nos ha costado conseguir. Por eso seguimos teniendo mucho público de 40, 50, 60… Pero también ahora viene mucha gente joven, casi la mitad por lo menos”.

“Por eso seguimos teniendo mucho público de 40, 50, 60… Pero también ahora viene mucha gente joven, casi la mitad por lo menos”.

G.Y.: Puede influir que tenéis muchísimas actuaciones vuestras colgadas en Youtube…
C.:
“¡Tenemos todo en Youtube! Hay cosas que vemos, con las que flipamos nosotros mismos, porque ya ni nos acordábamos de ellas. Las vemos y decimos… joder, ¿esto de invadir Mallorca lo hemos hecho nosotros? ¡Si está muy bien! Sí, la verdad es que ha habido mucha gente, muchos fans, que han ido colgando todo”.

G.Y.: ¿Son los fans los que lo cuelgan?
F.: “Sí. Nunca hemos colgado nosotros nada”.

C.: “Lo que no nos gusta es que graben el espectáculo entero, claro, eso no mola. Pero si graban diez minutos y lo cuelgan, está muy bien, nos encanta. Pero una hora y media, pues claro, no”.

2G.Y.: Ahora en serio: ¿Os gustaría hacer algún papel súper dramático, de esos de llorar muchísimo?
F.: “A mí sí. Un histórico. Me gustaría hacer de Guzmán el Bueno. Ese hombre que dijo: ¡Si no te rindes matamos a tu hijo!”.

C.: “A mí me gustaría hacer de mala, de tía mala, pero mala, mala. De mala española, tipo Bernarda Alba. Estar todo el tiempo gritando, enfadada, en una habitación, amargada…”.

F.: “… Y sin maquillar ni nada…”.

C.: ”Eso es: sin maquillar, sin velo y sin nada. Así, como soy”.

A mí me gustaría hacer de mala, de tía mala, pero mala, mala. De mala española, tipo Bernarda Alba.

G.Y.: Finalmente, una pregunta a Faemino. Lo de actuar sin cigarrillo en la mano ha debido ser duro ¿Te has adaptado?
F.: “Ha sido por respeto al público. Yo sigo fumando, pero por respeto al público, pues entendimos que teníamos que quitarlo. Y en la sala con más razón”.

G.Y.: A Cansado: ¿Tienes algo que reprochar al mundo que nos rodea en general? ¡Es el momento de hacerlo!
C.: “Pues sí. Ya puestos, hoy justamente lo estaba pensando: que estamos reñidos con la felicidad. Nos hemos vuelto locos con la libertad, que está muy bien y tal, pero hemos dejado de lado la felicidad. Por eso yo admiro a los americanos, porque en su Constitución dice que tienen que buscar la felicidad. Creo que nos rodea una especie de inquina brutal. Pero inquina, o sea, mal rollo. Y eso no me gusta”.

G.Y.: Pues muchas gracias por recibirnos. Y que os podamos seguir durante muchos años, porque vosotros, precisamente, habéis contribuido un poco a nuestras risas y a nuestra felicidad. En serio.

Más información:

http://www.chaomanagement.com/index.php/faemino-y-cansado/eventos-de-faemino-y-cansado/

 

Entrevista: Guillermo Puche e Inés Almendros

Fotos: Antonio Beas de Krassia Photography, para Gente Yold

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