GENTE YOLD. Una autora adelantada a su tiempo

George Elliot era una mujer: la auténtica historia de Mary Ann Evans

Carmen Matas
2 diciembre, 2024

Mary Ann Evans, más conocida por su pseudónimo literario, George Eliot, desafió las normas de la Inglaterra victoriana al publicar su obra bajo un nombre masculino. Esto le sirvió para para poder demostrar su gran talento y posicionarse entre los grandes de la literatura inglesa. Middlemarch, su obra maestra, es aún considerada una de las mejores novelas en inglés, aunque muchos ignoran que fue escrita por una mujer. Hoy en Gente Yold, exploramos su vida y legado.

Mary Ann Evans nació en 1819 en el condado rural de Warwickshire, Inglaterra. Desde pequeña, mostró un interés inusual por el aprendizaje y la lectura, un rasgo no muy común para las mujeres de su tiempo, a quienes se les enseñaba solo lo necesario para cumplir con su papel en el hogar. Evans desafió desde joven esas expectativas. A los 16 años, tras la muerte de su madre, tuvo que asumir las labores del hogar; sin embargo, su espíritu independiente y curiosidad insaciable la llevaron a ampliar sus estudios, profundizando en literatura, filosofía, griego y latín. Su formación intelectual, autodidacta en gran parte, le brindó una perspectiva única que la colocaría años después en el panorama literario inglés.

Una mujer que quería aprender

A medida que Evans crecía, comenzó a cuestionarse la religión y las normas sociales de su época, especialmente las limitaciones impuestas a las mujeres. En busca de un ambiente más libre y estimulante, se mudó a Londres en 1851, donde trabajó como editora para la revista Westminster Review. Este trabajo la conectó con las mentes más brillantes de la época, permitiéndole entablar relaciones con escritores y pensadores que influirían en su obra. En esta época conoció al crítico y filósofo George Henry Lewes, que sería su pareja durante 25 años, pese a que este estaba casado con Agnes Jervis, con la que tenía varios hijos y un matrimonio abierto. Sin embargo, años después, Lewes se trasladó a vivir con Mary Ann. Permanecerían juntos hasta la muerte de él. Eran compañeros sentimentales e intelectuales y se consideraban almas gemelas. George fue su pareja en la vida y su gran apoyo en el trabajo.

En esta época conoció al crítico y filósofo George Henry Lewes, que sería su pareja durante 25 años, pese a que este estaba casado con Agnes Jervis

Mary Ann había escrito artículos, relatos y críticas, pero sabía perfectamente que triunfar como novelista siendo mujer era casi imposible: las autoras que publicaban en el siglo XIX eran relegadas a géneros “menores”, como la novela romántica, o bien sus escritos eran considerados triviales. Había algunas escritoras reconocidas y exitosas, como las hermanas Brontë o Jane Austen, pero Eliot quería asegurarse de que su obra fuera juzgada por su calidad y no por su género. Además, no estaba interesada en la literatura romántica, considerada “femenina” que escribían estas autoras, pese a que tenían (y siguen teniendo) gran éxito. Por ello, decidió cambiar su nombre y publicar bajo el pseudónimo de George Eliot (adoptando así el mismo nombre que el de su pareja). Esta decisión no fue un simple capricho, sino una estrategia cuidadosamente planeada: firmando como un varón, podía acceder a un campo literario dominado por hombres y evitar los prejuicios de la época.

Su primera novela, Adam Bede (1859), fue un éxito inmediato, recibiendo elogios por su realismo, sus personajes complejos y su crítica social. Sin embargo, en cuanto comenzaron a surgir rumores sobre la verdadera identidad del novel autor “George Eliot”, su éxito se vio amenazado, ya que gran parte del público y la crítica se mostraban renuentes a aceptar que una mujer pudiera ser capaz de semejante profundidad literaria. Sin embargo, ella siguió escribiendo, lo haría durante el resto de su vida.

Su éxito se vio amenazado, ya que gran parte del público y la crítica se mostraban renuentes a aceptar que una mujer pudiera ser capaz de semejante profundidad literaria. 

Evans publicó siete novelas y una amplia colección de poesía, artículos y relatos cortos. A lo largo de su carrera, exploró temas poco convencionales para una escritora de su tiempo: la hipocresía religiosa, las limitaciones de la sociedad victoriana y el rol de la mujer. Sus novelas, entre ellas El molino sobre el Floss, Silas Marner y, por supuesto, Middlemarch, -considerada hoy como una de las mejores obras de la literatura británica-, demostraron una habilidad única para adentrarse en la psique humana y examinar los dilemas éticos y morales de sus personajes. Su obra era tan profunda y revolucionaria que desde el principio comenzó a ser comparada con las mejores producciones literarias de Inglaterra.

Desde su edición, Middlemarch fue considerada una obra maestra

Una mujer cuestionada

Además de ser reconocida por su talento, George Eliot fue una de las pocas escritoras que lograron vivir de sus obras, algo excepcional para su tiempo. Con ellas pudo mantener el hogar que había construido con Lewes, y hasta ayudar a su familia en momentos de dificultades. Sin embargo, el costo de este logro fue alto: tuvo que sacrificar su identidad, publicar bajo un nombre que no era el suyo, y soportar las constantes críticas de una sociedad que la juzgaba por su relación extramarital con George. Para muchos, Evans fue una mujer “escandalosa” por vivir con un hombre casado, mientras que para otros fue una “mujer de ideas radicales” que había “abandonado su lugar” como dama. Este juicio por sus elecciones personales y profesionales es un claro ejemplo de la presión y el escrutinio que enfrentaban las mujeres en su época.

Para muchos, Evans fue una mujer “escandalosa” por vivir con un hombre casado

George y Mary Ann vivieron juntos como matrimonio, aunque nunca se llegaron a casar, cerca 25 años. Lewes falleció en 1878 y dos años después ella se casó con el escocés John Cross, aunque solo convivirían (y con muchos conflictos) unos meses. En 1980 contrajo una enfermedad y falleció. Fue enterrada junto a Lewes en el cementerio de Highgate.

Mary Ann y George Henry Lewes

Un legado marcado por la discriminación

A pesar de que Middlemarch es ampliamente reconocida hoy como una de las mejores novelas en inglés, y de que George Eliot está incluida entre las más brillantes figuras de la literatura británica, la discriminación de género siempre marcó su legado. La mayoría de sus contemporáneos, al enterarse de que Eliot era en realidad una mujer, se mostraron incrédulos, e incluso algunos sintieron que habían sido “engañados” al haber elogiado su obra Todavía hoy en día, siglo y medio después, gran parte de los lectores desconocen que George Eliot era el pseudónimo de Mary Ann Evans, una mujer que luchó contra las convenciones para expresar su visión del mundo.

En un tiempo donde las mujeres apenas podían expresar su voz, Mary Ann Evans encontró una salida y dejó un legado literario que sigue resonando en nuestros días. Hoy, sus ideas y personajes son testigos de una época y a la vez de una lucha personal por la igualdad.

¿Sabías que George Eliot fue realmente una mujer llamada Mary Ann Evans? ¿Y que Middlemarch, una de las obras más veneradas de la literatura inglesa, fue escrita por ella? Comparte tus ideas en los comentarios o en nuestras redes sociales. ¡Hasta la próxima en Gente Yold!

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