Mundo Yold. Anotando los principios importantes que aprendemos con la vida
Compendio de Experiencia Yold para saber vivir

A estas alturas de nuestra película personal, con buena parte del camino recorrido y mucha experiencia detrás, en Yold nos hemos atrevido a recapitular algunas de las pautas más importantes que se aprenden con los años. Recopilamos un Compendio de Experiencia Yold para saber vivir, con doce imprescindibles consejos para legárselo a los que vienen detrás. Esperamos tu contribución.
Cuarenta y tantos, cincuenta, sesenta años, no son pocos. Estamos en la mediana edad, y llevamos el suficiente recorrido como para haber tomado notas. A costa de muchos trastazos, a costa de lo insistente que es la vida, hemos acabado por concluir que, aunque no sabemos apenas nada, algunas cosas sabemos. Lo justo como para querer seguir viviendo, pero aprovechando este aprendizaje; para no columpiarnos con los errores de la juventud y ahora, que rondamos la mediana edad, afinar mejor en nuestras decisiones.
Nos queda mucha vida por vivir: aprovechemos la experiencia y la sabiduría recopilada, para disfrutarla al máximo. Pero también aprovechemos lo aprendido para legárselo a los que son más jóvenes y vienen detrás.
En la redacción de www.genteyold.com, nos hemos devanado los sesos para entresacar, de nuestra propia experiencia, aquellas reglas en las que estamos casi todos de acuerdo, y que creemos que configuran un sólido Compendio de Experiencia Yold para saber vivir.
Te agradecemos tu contribución para ampliar esta recopilación, que pensamos legar al mundo entero:
Compendio de Experiencia Yold para saber vivir:
- El pasado ya no está, y el futuro todavía no existe. Lo único que realmente te debe importar es el presente.
- Aprende a amarte a ti mismo, a tu gente, a lo que sea tuyo, y aprende a exigir que también te amen a ti. No puedes amar sin ser amado. El cariño es el motor que todos necesitamos para seguir.
- Trabajar para impedir que los miedos, inseguridades y agobios dominen tu vida. Los miedos solo sirven para distraerte, a veces para frenarte. Y también, para que tu cara se llene de arrugas.
- Intenta dedicarle todo el tiempo que puedas a aquellas cosas con las que disfrutas. Intenta pasar, también, todo el tiempo que puedas con aquellas personas a las que amas. Intenta viajar a aquellos lugares que siempre quisiste conocer. Intenta aprender sobre todo aquello que siempre te gustó. El tiempo que dediques a todo ello constituirá tu auténtico patrimonio.
- Olvida tus complejos y no te sientas menos listo, inteligente o experto que nadie. Aunque no te lo creas, la mayor parte de la gente no es más lista que tú. Además, a estas alturas, casi la mitad del planeta es más joven, así es que también tienen menos experiencia.
- Con los años cada vez verás peor las letras, pero distinguirás mejor a las buenas y a las malas personas. No pierdas el tiempo, ni derroches tu energía, con ninguna de ellas. No des a quien no se lo merezca. Te harán perder el tiempo y la buena fe para nada. No esperes que cambien. En general, un idiota redomado no tiende a cambiar.
- Evita siempre entrar en discusiones con personas necias o intrascendentes. En general, evita las discusiones y peleas, a no ser que éstas sean total, plena y absolutamente necesarias. La mayoría de las discusiones ni son tan importantes, ni nos aportan nada.
8. Acepta, sin acritud, el paso del tiempo. Asume que ya no tienes ganas de hacer las mismas cosas que hacías hace veinte años. No pasa nada, tampoco los de veinte años desean hacer las cosas que a ti te apetecen. Hacerse mayor con elegancia es más elegante que querer ser más joven con los años.
- Jamás digas “yo estoy de vuelta”, ni pienses que lo estás. La vida siempre te acaba sorprendiendo.
- Cuantas más cosas aprendes, más cuenta te das de lo poco que sabes. No obstante, nunca dejes de aumentar tus conocimientos, abrir puertas, ampliar tus amistades e innovar: la curiosidad y la inquietud son mejor que cualquier crema para mantener la juventud.
- No escatimes todas las risas, sonrisas o carcajadas que sean menester regalarte a ti mismo o a los demás. Es lo que mejor puedes aportar al mundo.
- Nadie escarmienta por boca ajena, así es que deja que tus hijos o aquellas personas más jóvenes que te siguen, cometan errores y se equivoquen como te equivocaste tantas veces y lo seguirás haciendo.
Redacción Yold
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