Gente Yold. Hablamos con Silvia Marsó, que triunfa como actriz y productora en el teatro
“En teatro hay buenos personajes para actores de más de 40 años”

La conocimos como presentadora del ‘Un, dos tres… responda otra vez’, pero años después Silvia Marsó decidió jugárselo todo por convertirse en la actriz en la que creía, rechazando cualquier oferta que, por suculenta que fuera, no encajara en la profundidad que ella busca como profesional de la interpretación. Ahora que triunfa en el teatro, nos lo cuenta en Gente Yold.
La carrera de Silvia Marsó dio un giro el día que decidió tomar las riendas y apostar por personajes de calidad y proyectos que realmente le apasionasen. Es el caso de este 24 horas en la vida de una mujer, una adaptación de la novela del autor austríaco Stefan Zweig, que se enmarca en la sociedad europea de entreguerras.
Fotógrafo: Dani Duch
Silvia vio hace algunos años este musical en París y literalmente se enamoró. Tanto, que en esta versión española no solo es la protagonista de la pieza, sino que ha producido en solitario esta adaptación. “Desde que la vi no he parado hasta poderla estrenar”, nos confiesa. “No puedo quejarme, porque en los últimos años otros productores me han ofrecido papeles excelentes, pero hacer una cosa tan diferente e innovadora, que claramente no se parece a nada de lo que hay actualmente en el mercado teatral español… pensé que si no lo hacía yo, no lo haría nadie y me lancé”.
Desde que vi en París 24 horas en la vida de una mujer no he parado hasta poderla estrenar.
Y así está ahora, pletórica. “Está siendo una experiencia preciosa, porque he aprendido mucho con la producción. Si además le añadimos que también formo parte del proyecto como actriz, ya es una satisfacción plena, porque es uno de los espectáculos con más enjundia de todos los que he hecho en mi vida”, nos cuenta con una sonrisa de oreja a oreja.
Fotógrafo: Sergio Parra
Apostar por su pasión
Hubo un tiempo en el que Silvia Marsó era una de las caras más recurrentes en las series y programas de nuestra televisión. Casi en su mejor momento, en una época en la que las televisiones privadas ofrecían contratos blindados a sus presentadores y actores, ella decidió apostar por papeles que le llegaran más hondo, que provocaran algo más en ella.
Fotógrafo: Nacho Sweet
Según nos cuenta, en aquel momento -y sigue ocurriendo ahora- el teatro era la apuesta segura, ya que “por la dificultad que tiene, el teatro exige que la experiencia y el talento pasen antes que la imagen, la juventud y la belleza”, nos asegura.
Por la dificultad que tiene, el teatro exige que la experiencia y el talento pasen antes que la imagen.
“En realidad yo no hago ninguna distinción, me encanta interpretar en cine y televisión también, lo que pasa es que los personajes más interesantes me los ofrecen en teatro. Es más, curiosamente las mujeres de a partir de los 40 años tenemos muy buenos personajes en teatro, cosa que no ocurre en la televisión, por ejemplo”.
Sonriente plano de la actriz
Le preguntamos porqué en nuestra televisión se renuncia a la experiencia de los muchos y talentosos actores con los que contamos. “Imagino que es una cuestión de modas, de audiencias”, confiesa Marsó.
De los 53 años que tiene, 40 han estado dedicados a su verdadera pasión: la actuación.
“La verdad es que es algo que solo ocurre en España. Hay grandes series americanas, francesas, inglesas e incluso italianas en las que aparecen constantemente personajes maduros, tanto de mujeres como de hombres. Papeles principales, y no solo secundarios”.
Una actriz en esencia
Silvia Marsó es una actriz por convicción. La interpretación es su vida y viceversa, ya que de los 53 años que tiene, 40 han estado dedicados a su verdadera pasión: la actuación. Ella recuerda a la perfección el momento preciso en el que sintió que este mundo le había atrapado para siempre, y fue viendo El espíritu de la colmena, un film de Víctor Erice protagonizado por Ana Torrent.
Las mujeres de a partir de los 40 años tenemos muy buenos personajes en teatro.
En televisión la hemos visto en series tan exitosas como Manos a la obra, Ana y los siete, Cuéntame, Velvet, Gran Hotel y Gran reserva: el origen. Aunque para ella, su máximo orgullo es haber interpretado en teatro papeles de clásicos tan importantes como El zoo de cristal, de Tennessee Williams; Yerma, de Federico García Lorca o Casa de muñecas, de Henrik Ibsen.
En Gran Hotel, de Bambú Producciones
¡También canta!
Si algo nos ha sorprendido de 24 horas en la vida de una mujer, aparte de constatar que no es una obra convencional ni un espectáculo musical al uso, es la faceta como cantante de Silvia Marsó, que conjuga el canto, la danza y la interpretación a la perfección.
La obra aterrizó en Madrid el pasado 13 de diciembre en el Teatro La Abadía, donde estará hasta el 7 de enero. Después, arrancará una gira por el país que la llevará a ciudades como Tenerife, Sevilla, Pamplona y Palencia.
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