Gente Yold. Entrevista con el actor Eugenio Barona
“Somos una generación rompedora y seguimos a pie de obra”

Hoy entrevistamos a Eugenio Barona, uno de esos rostros de la pantalla al que hemos visto en series como El Comisario, Los Serrano, Cuéntame como pasó y tantas otras producciones: “Más sabe el diablo por viejo que por diablo”, nos dice este intérprete multidisciplinar.
Que España es un país de excelentes actores ya lo sabemos todos. Cuna de secundarios inmortales, con esos rostros que todos hemos visto una y mil veces a través de las pantallas, y que han dado vida a nuestro cine más glorioso y a las series más inolvidables. Entre ellos está Eugenio Barona, uno de estas caras muy conocidas para casi todos nosotros, porque le hemos visto en la pantalla grande, la televisión, el teatro… Muchas veces en papeles de tipos duros, buenos o malos, pero duros. Su voz, como comprobamos, le ayuda. También, que es sumamente meticuloso y profesional. Cuando nos encontramos con él se recupera de un esguince en el codo provocado por las clases de tiro que está recibiendo para interpretar una nueva serie policiaca en TVE. Antes le hemos visto en infinidad de producciones: El Comisario, Los Serrano, Cuéntame como pasó, Hospital Central, Amar es para siempre, La catedral del mar… También en películas como 23-F: la película, Fuera de cobertura o, la reciente (2016), El destierro. Hoy hablamos con Eugenio, que nos da una completa visión de cómo ha evolucionado en los últimos años el mundo del actor en nuestro país.
Fotograma de la película El destierro
G.Y.: ¿Cómo empezaste en el mundo de la interpretación?
Eugenio Barona: -“Yo empecé hace muchísimos años (hace tantos que ni me acuerdo) haciendo teatro infantil. Como era un niño hiperactivo mi padre pensó que tal vez con eso amansaba un poco a `la fiera´ que yo llevaba dentro. Y me fue bastante bien; la verdad es que me gustaba y entré en contacto con el mundo de la interpretación.
Luego me dediqué al mundo del diseño de moda, hice figurinismo de moda para teatro y comencé a hacer doblajes. Pero me parecía que me quedaba un poco pequeño ese mundo, por lo que hice varios cursos de teatro para reciclarme y comencé a compaginar las dos actividades. Doblaje e interpretación”.
“Hemos sido una generación muy creativa, muy rompedora en muchos sentidos, muy innovadora y seguimos a pie de obra”.
G.Y.: ¿Es a partir de tu aparición en la serie Aladina cuando el público comienza a conocerte?
E.B.: -“Mi primer trabajo surge de la conversación con una amiga a quien conocía desde hace tiempo. Nos encontramos precisamente en un estudio de doblaje. Le comenté que el mundo del doblaje estaba muy bien, pero que me venía pequeño. Ella me puso en contacto con un productor que iniciaba una producción llamada `Las chicas de hoy en día´ (hace muchísimos años, no sé si lo recuerdas -risas-) y ahí me dieron mi primer papel. De ahí pasé a trabajar a otra serie, que fue la primera que se hizo en este país, que se llamaba `El Súper´. Era una serie muy coral (creo que fue la primera serie diaria emitida por televisión a nivel nacional) y de ahí hasta ahora”.
G.Y.: Has participado en muchas series. Los Serrano, Hospital Central, El Comisario, Cuéntame…
E.B.: –“En televisión he hecho muchas cosas, desde el 91 hasta la actualidad. Acabo de terminar también mi participación en `La Catedral del mar´. Ahora vamos a iniciar, precisamente la semana que viene, el rodaje de una serie para Televisión Española llamada `Servir y proteger´, una serie diaria que se emitirá por la tarde. Además existe otro proyecto de teatro que me apetece mucho retomar”.
G.Y.: Conoces la evolución de la industria audiovisual en nuestro país, ¿a qué crees que es debido el boom en los últimos años de producciones de series nacionales?
E. B.: -“Porque es un producto que funciona muy bien. Además, y a diferencia de otras épocas en las que si no estabas frente al receptor, no podías ver una serie, ahora con la posibilidad que tenemos de ver la televisión a la carta, se convierte en un producto que puede llegar a todo el mundo. Y esas diferentes propuestas permiten convertir en rentable a este tipo de producto. Pero bueno, yo me equivoco habitualmente en mis diagnósticos sobre la industria (risas). A veces pienso `esto va a funcionar muy mal´ y luego me dicen ¿ves cómo ha funcionado bien? Me equivoco bastante (risas)”.
“Ahora no se pasa el proceso natural de aprendizaje que se pasaba antes“.
G.Y.: en paralelo a ello, ¿cómo ha evolucionado la profesión?
E. B.: -“Ahora no hay esa preparación que había antes. Iniciabas tu carrera de meritorio, tenías bastante más temor y respeto por la profesión y las personas que llevaban más años en la misma, y esto es un error. Creo que hay gente joven que empieza a trabajar, y si tiene éxito (que los hay), ya se meten en otra dinámica. Ahora no se pasa el proceso natural de aprendizaje que se pasaba antes; cuando trabajabas con gente que te enseñaba muchísimo y a la que respetabas profundamente. Ahora da la sensación de que, porque vayas a una escuela y hagas unos cuantos cursos estupendos con gente estupenda, ya estás preparado para hacer cualquier cosa. Y yo creo que es absolutamente falso. Tienes que convivir mucho tiempo con profesionales acreditados para aprender y saber hasta dónde puedes llegar. Es una cuestión de la industria…”.
G.Y.: Has tocado todos los palos de la profesión: cine, teatro, tv, doblaje…
E.B.: -“Sí, sobre todo he hecho más televisión, bastante cine independiente, muchos cortometrajes, algo de teatro… Sí, he tocado prácticamente todo donde me han dejado ir (y no me han echado), pues ahí he estado trabajando”.
G.Y.: Uno de los elementos característicos de tu carrera es tu faceta de actor de doblaje. Para los que somos profanos en la materia, que solo sabemos que la escuela española de doblaje era reconocida internacionalmente… ¿en qué se diferencia un actor de doblaje del resto? ¿hay una preparación específica?
E.B.: -“La verdad es que sí. Existe una preparación muy específica. Yo personalmente prefiero la escuela más clásica, más antigua, donde se valoraba mucho más el tipo de voz, pero ahora ha cambiado mucho. Además, el formato de grabación es muy diferente. Antes había mucha menos tecnología y ahora, `casi te lo graban ellos´: en mezclas te arreglan cualquier cosa, antes era más artesanal. Yo aprendí a doblar con los clásicos, y también ha cambiado la actitud del que aprende. Antes entrabas en una sala con esos señores que te imponían admiración, respeto, estabas ahí calladito. Ahora, en este caso para bien, se ha amabilizado un poco. Antes era un mundo muy cerrado, ahora se ha abierto a nuevos profesionales. Además, el espacio que tienes en una sala de doblaje, en la que estás por así decirlo, con menor responsabilidad, es muy diferente. Cualquier fallo te lo pueden arreglar in situ, en ese momento. Es un trabajo de mucha más responsabilidad estar en el plató delante de una cámara, y no digo sobre un escenario de teatro, y no todo el mundo tiene esas cualidades para soportar la presión que se puede tener ahí (si me están leyendo compañeros de doblaje te dirán que no, pero yo pienso que es así)”.
“En la misma profesión de actor empiezas realmente a ser actor a partir de los 40 años, como pronto”.
G.Y.: ¿En qué situación se encuentran los actores yold? ¿Hay papeles para actores de mediana edad?
E.B.: -“En la ruina más absoluta (risas). Hubo una época en que los actores comprendidos en esa edad no disponíamos de papeles, ni en número ni en calidad, pero es una cuestión de modas. Personas con treinta y pocos años hacen papeles de lo que nosotros coloquialmente entendíamos como de un señor; o pueden hacer de Alfonso X el Sabio o de astrofísico. Además yo creo que en la misma profesión de actor empiezas realmente a ser actor a partir de los 40 años, como pronto. La experiencia en esta profesión es fundamental. Ahora un chaval joven sale de una escuela, le dan un papel importante en una serie que se ponga de moda y eso puede estar muy bien o puede ser contraproducente. Para `dar verdad´ a los personajes tienes que haber pasado por muchas fases en la vida y haber visto muchas cosas. Más sabe el diablo por viejo que por diablo, y más sabe el actor por viejo, que por actor (risas). Este oficio se aprende así, por muy buenas academias a las que hayas ido”.
G.Y.: Por último, ¿qué le dirías a nuestros lectores?
E.B.: -“Yo les diría que somos la generación del futuro, estamos en plena vigencia y que adelante. Hemos sido una generación muy creativa, muy rompedora en muchos sentidos, muy innovadora y seguimos a pie de obra, como quien dice, intentando revisar nuestra experiencia y mejorarla. Somos una gran generación”.
Reportaje: Guillermo Puche
Fotografías: Antonio Beas, de Krassia Photography para Gente Yold
Deja un comentario