Cine Yold. Le tomamos la tensión al cine “de médicos”
Médicos de cine

Hoy, con nuestro crítico favorito, nos vamos de médicos… y a la vez al cine. Con Ángel Domingo vamos a hacer un rápido chequeo a las películas y series protagonizadas por personal sanitario. Doctores buenos, enfermeras malas y pacientes peores… de todo hay en el cine médico.
Valoro la excelente formación académica que reciben los médicos (Facultades de Medicina y Centros M.I.R). Como homenaje, con este artículo pretendo reunir un conjunto de filmes donde los doctores y demás profesionales de la sanidad tienen un papel fundamental en su argumento.
La mayor parte de estos títulos describen el esfuerzo de los profesionales de la salud por recurrir a sus conocimientos para salvar la mayor cantidad de vidas posible, aunque también aparecerá alguna cinta que descubre el lado más oscuro de estos profesionales, es decir, las malas prácticas.
–Un doctor en la campiña (Thomas Lilti, 2016). Jean-Pierre es un abnegado médico de la zona rural de Francia que dedica su vida a atender a sus pacientes, del día a la noche, los siete días de la semana. Les cura, les atiende y les hace compañía. Pero un día el doctor cae enfermo, así que llega Nathalie, una doctora del hospital de la capital, para ayudarle en su trabajo. Esta sencilla película obtuvo un gran éxito en su país, con más de un millón y medio de espectadores, y su protagonista, François Cluzet, fue candidato en la mayoría de los premios individuales del país galo.
–El doctor (Randa Haines, 1991). Cuando a Jack MacKee (un inspirado William Hurt), médico frío y distante, le diagnostican una enfermedad, pasa a ser un paciente más de su propio hospital. Entonces sabrá lo que sienten los enfermos, tendrá que confiar ciegamente en un sistema médico que sabe que no es infalible y habrá de soportar con paciencia unos trámites burocráticos que se eternizan, unos reconocimientos humillantes y unas abarrotadas salas de espera… En definitiva, contemplamos una historia moralizante que se anima gracias al extraordinario trabajo de Hurt, y además consigue su propósito: hacer que todo espectador que haya pasado por los infinitos trámites burocráticos de cualquier sistema médico se sienta identificado.
–Despertares (Penny Marshall, 1990). A finales de los años sesenta, el doctor Malcolm Sayer (el maravilloso Robin Williams), un neurólogo neoyorquino, decide utilizar un medicamento nuevo para tratar a sus pacientes de encefalitis letárgica, enfermedad que priva de las facultades motoras a las personas que la padecen hasta reducirlas a un estado vegetativo. Poco a poco empezará a manifestarse cierta mejoría en los pacientes, especialmente en uno, el peculiar Leonard Lowe (un divertido Robert de Niro).
–El hombre elefante (David Lynch, 1980). A finales del siglo XIX, el doctor Frederick Treves (Anthony Hopkins) descubre en un circo a un hombre llamado John Merrick. Se trata de un ciudadano británico con la cabeza monstruosamente deformada, que vive en una situación de constante humillación y sufrimiento al ser exhibido diariamente como una atracción de feria. Esta película es, principalmente, un estudio de la generosidad humana, y lo presenta de un modo tan luminoso que consigue que el espectador olvide el sentimiento de rabia que produce ver a la víctima siendo exhibida y humillada; y es, precisamente, esta cualidad, lo que hace inolvidable a este polémico filme.
–Hipócrates (Thomas Liti, 2014). En un hospital de París, un jovencísimo facultativo se convierte en médico residente del ala gestionada por su padre. Le espera un arduo camino cuando aparecen diferencias entre ambos.
-House (David Shore, 2006, serie de televisión). Gregory House, el mejor médico del hospital, es un hombre antipático que está especializado en el diagnóstico de enfermedades. Su carácter extravagante, su rebeldía y su honradez con los pacientes y su equipo le convierten en una persona única. Trata de evitar la relación con los pacientes, porque lo que le interesa por encima de todo es la investigación de las enfermedades. Es, además, adicto a los calmantes y a las series de hospitales.
–El médico (Philipp Stölzl, 2013). Adaptación de la novela histórica homónima de Noah Gordon que se convirtió en un superventas en 1986. Ambientada en Inglaterra, en el siglo XI, narra la historia de Rob Cole (Tom Payne), un joven que se queda huérfano al morir su madre víctima de una extraña enfermedad. Esta circunstancia lo anima a irse a Persia a estudiar Medicina bajo la tutela del sabio y eminente doctor Ibn Sina (Ben Kingsley).
–Alguien voló sobre el nido del cuco (Milos Forman, 1975). Randle McMurphy (un oscarizado Jack Nicholson) es un hombre condenado por asalto, y un espíritu libre, que vive a contracorriente, y es recluido en un hospital psiquiátrico. La inflexible disciplina del centro acentúa su contagiosa tendencia al desorden, que acabará desencadenando una guerra entre los pacientes y el personal de la clínica con la fría y severa enfermera Ratched (Louise Fletcher) a la cabeza. La suerte de cada paciente del pabellón está en juego.
No sabemos si George Clooney hubiera sido un buen médico en la vida real, pero nos alegramos de que se decidiera por la interpretación
–Urgencias (Serie de televisión, Michael Crichton, 1994). Quince temporadas. Trescientos treinta y un episodios. Prestigiosa serie que narra la vida cotidiana, tanto profesional como personal, del equipo del médicos, enfermeras y administrativos del Servicio de Urgencias del Hospital General de Chicago. Galardonada con más de veinte premios Emmys y producida, entre otros, por Steven Spielberg (Amblin Televisión), en asociación con la Warner Bros. Está inspirada en la obra del famoso guionista y novelista Michael Crichton (escritor, entre otros, de Parque Jurásico).
–Anatomía de Grey (Shonda Rhimes, 2005). Popular serie de televisión basada en el famoso Hospital Seattle Grace, que es el escenario en el que se desarrolla la vida de cinco jóvenes que, tras licenciarse en Medicina, empiezan allí un duro periodo de pruebas. La serie ha sido definida como una mezcla entre Urgencias y Sexo en Nueva York, por el interés de las intrigas amorosas y de los casos médicos. La frenética actividad del equipo de cirujanos consigue transmitir el stress al que se ven sometidos los personajes.
Naturalmente, existen infinidad de propuestas, pero yo me he limitado a señalar las diez que considero más relevantes porque aportan un pensamiento estético, proveyendo así de recursos para movilizar su gestión en función del estado de salud de la población, a favor de la calidad de vida y la sostenibilidad en los escenarios en los que deben actuar como médicos.
Ángel Domingo Pérez
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