Gente Yold. Un encuentro con el ídolo del baloncesto, actual médico deportivo y escritor
“Los yold estamos en el punto más maravilloso de la vida”

Al acabar su increíble carrera en lo más alto del baloncesto internacional, Juan Antonio Corbalán cambió la camiseta por una bata blanca. Convertido en un reputado especialista en fisiología deportiva, hoy nos visita en Gente Yold para asesorarnos sobre los mejores cuidados y el ejercicio físico en nuestro sector de edad. ¡Una visita de lujo!
Conversando con Juan Antonio Corbalán se te olvida enseguida que es toda una leyenda en el mundo del baloncesto. Su biografía deportiva es un auténtico palmarés de triunfos, sobre todo gracias a sus éxitos con la selección española, que nos hizo vibrar a todos cuando conquistó la medalla de plata en los Juegos Olímpicos de Los Ángeles 1984, también la medalla de plata en el Campeonato de Europa de Francia 1983. Como internacional, ha vestido la camiseta nacional nada menos que 128 veces. Y como jugador del Real Madrid, ha ganado 12 ligas, 7 copas de España, 1 Supercopa, 3 copas de Europa, 1 Recopa, 3 copas intercontinentales y muchos más trofeos. Lo de este Yold es una locura.
Por ello, esperando toparnos con un auténtico mito, nos ha sorprendido la cercanía, humildad y simpatía de nuestro ídolo deportivo, ahora reconvertido en médico. Y es que Corbalán le dio la vuelta a la canasta y pasó de la camiseta de baloncesto a la bata blanca: en el año 1980 se licenció en Medicina y Cirugía por la Universidad Complutense de Madrid. Desde entonces ha desempeñado diferentes cargos en distintos centros sanitarios (Hospital Rúber Internacional, Clínica Virgen de La Paloma, Hospital NISA, IRF La Salle). Actualmente es director de la Unidad de Medicina Deportiva y CC. de Actividad Física de Vithas Internacional, donde hoy tenemos la suerte de que nos reciba, algo que hace con gran amabilidad.
“Yo siempre fui un profesional de las cosas que hacía”, nos dice el ex jugador del Real Madrid
Gente Yold: Te retiraste en el año 1991, después de una carrera en el primer nivel internacional. ¿Cómo se produce la transición entre deportista de élite y “ciudadano de a pie”?
Juan Antonio Corbalán: -“Lo del 91 fue un accidente; yo me había retirado antes, oficialmente, en el 88, pero después de dos años fuera, el presidente del Valladolid me pidió que jugara un año con ellos. Tenían un equipo muy joven, con una súper figura que era Arbidas Sabonis y Kikonenko, que eran dos grandísimos jugadores y él pensaba que necesitaba como un poquito de experiencia contrastada, así es que me pidió que jugara un año con ellos. Y accedí a jugar esa temporada…”.
G.Y.: Una vez que te retiras definitivamente… ¿cómo se produce esa transición entre deportista de élite y “ciudadano de a pie”?
J.A.C.: -“Yo trabajo un concepto llamado de `normalización´, que es lo que hace que cualquier persona pueda estar en cualquier sitio, pero sin perder parte de su esencia, sin perder parte de lo que en realidad es. Seas un deportista de élite, o cantante de ópera, todo el mundo tendría que tener actividades sociales que pudieran ser normalizadas. Yo nunca he querido que el deporte, la fama, me sacara de mis ámbitos de normalización. ¿Y cuáles han sido esos ámbitos? Pues cuando era niño ir al colegio, el baloncesto y mis amigos; después, el baloncesto, la universidad y mis amigos; más tarde mis amigos, mis hijos y mi familia y ahora mis amigos y mi familia.
“Nunca he querido que el deporte, la fama, me sacara de mis ámbitos de normalización”.
Creo que el hecho de que tú cumplas años, que adquieras más experiencia y que tengas capacidad de llegar a muchos ámbitos, no sólo no debe sacarte de tu realidad, sino que tiene que ayudar más a aprender que la realidad no es una, que es diversa, y es una realidad que merece la pena vivirla en toda su extensión. Ahora mismo, para mí los grandes deportistas, los famosos y algunos otros, no son más que esclavos de su popularidad, porque no pueden ir a los sitios. Y eso es porque de repente alguien que les dijo: “no, tú no vayas ahí, solamente debes ir a los sitios vip, a los sitios de élite”. Y yo he vivido la calle, la vida normal de cualquier ciudadano. Y eso me ha venido bien, porque entiendo que esa es la mejor manera de ser feliz en la vida”.
En sus años como ídolo del baloncesto
G.Y.: Si bien te especializaste en cardiología, básicamente te dedicas a la fisiología del deporte. ¿Por qué escogiste la especialidad, y por qué luego te has derivado al deporte?
J.A.C.: –“ Yo siempre fui un profesional de las cosas que hacía. Cuando con 10 años estudiaba en el colegio, era un profesional del estudio; y cuando empecé a jugar en el colegio al baloncesto, era un profesional de ello. Siempre he creído que, si vas a los sitios, tienes que intentar hacer las cosas lo mejor posible. Por eso a mí no me costó trabajo cambiar el colegio por la universidad, cambiar mi equipo del colegio por uno profesional. Hacía exactamente lo mismo, mi organismo afrontaba igual un entrenamiento en el colegio a los 15 años, que un entrenamiento con la selección nacional a los 25.
En cuanto a tu pregunta sobre porqué me centré en la fisiología del deporte: yo vengo del mundo de la cardiología, pero nunca he tenido consulta de cardiólogo, aunque la fisiología del ejercicio es una rama derivada fundamentalmente de la cardiología. Mi titulación, mi consulta, mi actividad, está más relacionada con la fisiología del ejercicio y con la valoración de capacidades funcionales en deportistas (o en pacientes enfermos de cualquier patología) que en la cardiología. Lo que me interesa es la parte deportiva o valorativa del paciente o del deportista”.
G.Y: Has escrito varios libros. Uno de ellos, “Tu cuerpo: manual de instrucciones”, aporta información y consejos sobre el cuidado de la salud. ¿Está dirigido a todo el mundo? ¿Qué consejos principales podemos encontrar en el libro? ¿Cuáles son las pautas de prevención de salud en general?
J.A.C.: –“He tratado de hacer un libro que luchara contra la ignorancia que se tiene ante los temas médicos. A mí me molesta mucho cuando la gente dice cosas como `ya he hablado con el médico. ¿Y qué te dijo que tenías? No sé, me dijo algo como que podía ser una hipertrofia, pero ya no me acuerdo de más. Pero… ¿cómo que no te acuerdas de más?´. La gente se cierra, le cuesta comprender algunas cosas. Por eso he intentado hacer un libro para explicar cómo funciona nuestro sistema cardiovascular o cómo se activan nuestras neuronas, de una manera que todo el mundo pueda entenderlo, aportando el conocimiento médico y científico, porque se puede hablar con el máximo rigor, pero con el lenguaje más sencillo posible.
“He intentado hacer un libro para explicar cómo funciona nuestro sistema cardiovascular o cómo se activan nuestras neuronas, de una manera que todo el mundo pueda entenderlo”.
A la hora de hacer este libro, le dije a la editorial: este libro lo tiene que entender la señora que viene aquí a limpiar por las tardes. Dádselo y, si tiene alguna duda, lo apuntáis. Y así lo hicimos. A veces me resultó muy difícil, porque hay expresiones médicas muy complicadas de socializar hasta el infinito. Pero trabajé con la ilusión de que todo el mundo entendiera cómo funciona nuestro organismo”.
Dr. Juan Antonio Corbalán, Dra Cecilia Almuiña y equipo de Asesores
Personales de Salud
GY: Cuando eras deportista de élite, apenas se valoraba el trabajo de los especialistas deportivos, nutricionistas, etc. ¿Qué importancia tiene la aplicación de estos conceptos en el rendimiento deportivo? ¿cuál es el futuro de este campo?
J.A.C: -“Tiene importancia, sobre todo porque te da un marco de seguridad muy amplio. Cuando yo llegué al baloncesto profesional, era realmente exótico. ¡Nunca tuvimos un médico! Viajábamos 12 jugadores, un entrenador y un delegado. No fue hasta el año 75 más o menos cuando el Real Madrid empezó a viajar con un médico y con un fisioterapeuta. Lo esencial, lo que hace realmente que la seguridad del deportista esté garantizada es un buen entrenador, y un buen entrenamiento. Eso es lo que hace que un deportista pueda llegar a las máximas cotas de rendimiento. Ahora bien, el plus para que el buen rendimiento se pueda producir al 100%, y no quedarse en un 78 u 80%, lo aportan este tipo de actividades que cada vez ayudan más al deportista, profesional o aficionado, en su plano físico y en su plano psíquico. Hay muchas personas que necesitan un soporte anímico para poder dar su máximo nivel. Pero el 95% lo consigue el entrenamiento. El entrenamiento es la base, y eso se tiene que sustentar, siempre, con una buena nutrición y una correcta hidratación. Estos tres factores son los que te acercan, finalmente, a la excelencia”.
“El entrenamiento es la base, y eso se tiene que sustentar, siempre, con una buena nutrición y una correcta hidratación. Estos tres factores son los que te acercan, finalmente, a la excelencia“.
G.Y.: Nuestra página está dedicada a la gente de la mediana edad, a los que estamos en esa fase en la que somos jóvenes, pero ya empezamos a ser mayores. ¿Qué consejos básicos de salud nos puedes dar para esta fase de la vida?
J.A.C.: -“Ese concepto de joven y viejo antes estaba claramente definido, porque la vida estaba marcada por acontecimientos sociales. El fundamental era casarte. Una persona era joven hasta que se casaba, y era un desastre a partir de que se casaba (risas). No es que fuera viejo, es que era un desastre (risas de nuevo). Era como si hombre y mujer hubieran cumplido aquello para lo que estaban destinados: procrear y tener familia. Una vez realizado, eran como elementos inservibles.
Creo que afortunadamente ahora ya esto no es así. Socialmente estamos en una etapa mucho más difícil, por supuesto… mucho más compleja, pero infinitamente más rica. Todas las escalas sociales se han ido imbricando. Ahora mismo es muy curioso, porque puedes encontrarte jóvenes muy viejos, viejos muy jóvenes, mujeres con sensibilidad de ejecutivo y hombres con una sensibilidad casi femenina, es decir, tenemos una sociedad mucho más engarzada por muchísimos más criterios. Y eso para mí produce riqueza. Yo diría que ni el joven tiene que destrozar su vida en su primera mitad, para luego intentar arreglarla en la segunda, ni los veteranos deben entender que son niños de diez. Hay etapas para todo y las personas han de saber leer perfectamente esas etapas a lo largo de su vida. Es como el día, tú no te comportas igual al amanecer que al anochecer, ni al mediodía que por la tarde. A eso me refería antes con lo de normalizar nuestras vidas… Del hecho de saber entender la diversidad individual y de la diversidad social sale, para mí, la riqueza, la calidad de vida, el que no seas dependiente, el que puedas disfrutar de cualquier ambiente. Por eso merece la pena vivir.
En cuanto a los consejos de salud básicos que me preguntabas, yo diría que coman muy bien y eso significa: comer fresco, procurar no abusar de los alimentos procesados, evitar el exceso de glucosa y sus derivados más directos, evitar los malos hábitos (tabaco, alcohol, etc.) y no hacer un uso irresponsable de las grasas. Es decir, volver a una alimentación mucho más natural. En España tenemos la fortuna de vivir en un clima templado, en esta zona se cumplen las mejores condiciones para nuestra alimentación. Y nosotros hemos tenido la fortuna de estar en uno de esos sitios. Y debemos aprovecharlo”.
“Comer fresco, procurar no abusar de los alimentos procesados, evitar el exceso de glucosa, evitar los malos hábitos (tabaco, alcohol, etc.) y no hacer un uso irresponsable de las grasas. Es decir, volver a una alimentación mucho más natural”.
G.Y.: Teniendo en cuenta que cada persona es diferente, ¿hay deportes más adecuados para las distintas edades? A partir de la mediana edad… ¿qué prácticas son más recomendables y cuáles pueden tener más riesgos?
J.A.C.: -“Cambiaría la palabra deporte por el concepto de actividad física, que abarca un concepto más general. La actividad física, en principio, es igual para todo el mundo, pero la vas adaptando según la edad. Es como si, por ejemplo, tuviéramos una ensalada con 25 alimentos. Hay unas edades en las que te puedes echar los 25 productos y aliñarlos con lo que quieras: aceite, vinagre, mostaza. Pero a medida que vamos cumpliendo años, la ensalada de la vida nos va quitando productos. Te va quitando fuerza, te va quitando potencia, velocidad de reacción neuromuscular… y te va añadiendo artrosis, lesiones crónicas, pérdida de visión… Quiero decir que la vida te va quitando capacidades para practicar el mejor deporte. Por eso, es verdad que, aunque la base deportiva es la misma, debemos entrenar la resistencia, la fuerza, la elasticidad, la velocidad o la potencia en función de la edad que tenemos. Si tú a un señor de ochenta años le dices que haga un sprint, primero neurológicamente no va a poder, no va a saber… Y si lo hace, se va a romper. Sus estructuras ya no están para correr el sprint. Por lo tanto, la persona que tiene ochenta años tendrá que buscar ejercicios que no sean de velocidad ni de potencia, que puedan ser de resistencia y eso se puede hacer, tanto con ejercicio aeróbico (caminar, bicicleta…), como por ejemplo con el trabajo con pesas. En ese caso, debes buscar un porcentaje (un 40, 50, 70%) de tu capacidad máxima. Esto se calcula viendo qué peso en un ejercicio concreto puedes hacer solo una vez. Si haces por ejemplo un ejercicio con 100 kgr y solo puedes hacerlo una vez, esa es tu capacidad máxima. Y a partir de ahí, vamos jugando…
“Debemos entrenar la resistencia, la fuerza, la elasticidad, la velocidad o la potencia en función de la edad que tenemos”.
Por tanto, y resumiendo, te diría que cada persona tiene una ensalada específica pero los ingredientes son los mismos para todos. Y hay que saber poner el ingrediente adecuado para esa persona”.
El equipo nacional de baloncesto, con glorias como Corbalán, Fernando Martín, Iturriaga
G.Y.: ¿Qué lesiones son más frecuentes en los yold que practican actividades deportivas?
J.A.C.: -“Bueno, las lesiones traumáticas han existido siempre. Correr mucho, saltar mucho, lleva a sobrecargas agudas, que es lo que son las lesiones traumáticas. Sin embargo, lo más importante ahora mismo y más frecuente son las lesiones por sobrecarga. El deporte cada vez se inicia antes y se acaba más tarde. Y el deporte profesional cada vez se hace más precozmente. No es raro encontrarte casos como el de Marc Márquez o el de Michael Chang, que ganó Roland Garros con 17 años. Márquez era campeón del mundo de motociclismo y no tenía ni el carnet (risas); es decir, las carreras de los deportistas en nuestros días son tan largas que la lesión por sobrecarga es, actualmente, la más significativa. Esto, junto con el hecho de que cada vez hay más deportistas amateurs que trabajan casi como si fueran profesionales. Hace cinco años hice un trabajo sobre los hábitos de vida de los deportistas, tanto profesionales como aficionados. Encontré que un deportista profesional trabaja aproximadamente unas 17 horas semanales, mientras que un deportista aficionado trabaja una media de unas 12 horas semanales. Esto es una barbaridad, teniendo en cuenta que son personas que luego tienen su familia y su trabajo. Con esto quiero decir que, el hecho de que mucha más gente practique deporte, y que lo practique intensamente, hace que las lesiones por sobrecarga sean muy importantes en la actualidad.
Pero, al margen del criterio lesional, hay que tener en cuenta otro criterio que considero muy importante desde el punto de vista de la medicina deportiva: la gente quiere llegar a lo mejor con su mejor versión. Y quiere cuidarse, y quiere que le digas qué tipo de ejercicio es el adecuado, pero luego no acepta que haya una limitación. Hace 25 años si te decían: ‘usted olvídese del deporte, camine por el Retiro…‘, tú lo hacías. Pero ahora la gente no quiere hacer eso; las personas a las que el médico les dice que se olviden del deporte buscan otros de menor exigencia. Esto es un problema, porque a mí como médico me interesa el resultado y la máxima seguridad del paciente; pero por esa regla de tres tendría a todo el mundo hospitalizado y con una alimentación monitorizada (risas). Y creo que el médico no está solo para curar cuerpos, también tenemos la responsabilidad de curar almas, y las almas se curan haciendo feliz a la gente.
Los dos grandes retos a los que nos enfrentamos aún es, primero acabar con la injusticia, el hambre y las malas condiciones en el mundo, y segundo garantizarnos la salud y la felicidad. Y en ambas el médico puede influir muy poderosamente”.
Una buena alimentación es la primera recomendación del doctor Corbalán para los yold
G.Y.: ¿Podrías recomendar algún tipo de suplemento alimenticio, fármaco, etc., para los primeros problemas de las articulaciones? ¿Funcionan los que llevan colágenos? ¿Qué cuidados principales puedes recomendar para este problema, que suele comenzar a nuestra edad?
J.A.C.: -“ No tenemos unos estudios multihospitalarios, de grandes poblaciones y con unas condiciones de comparación idóneas que nos permitan establecer la evidencia científica de que esos productos, o que la administración de colágeno, funciona. Y si hubiera alguien que, con un producto concreto puede acabar con la artrosis, te aseguro que será el ser más rico del universo, porque uno de los problemas que tiene el vivir mucho es que podemos ir superando nuestro desgaste biológico, pero difícilmente se va a poder superar nuestro desgaste mecánico, a no ser que nuestro genoma cambie y diga: ‘como yo voy a vivir 120 años, en lugar de 80, necesito cartílagos que duren 120 años, en lugar de 80‘. Eso, que ya está descubierto, se llama “adaptación”, pero la adaptación tarda miles de millones de años para conseguir que algo se produzca, por lo tanto, hasta la fecha este tipo de sustancias más o menos milagrosas no existen”.
“Estamos en el punto más maravilloso de la vida. Aquel en el que mentalmente no estás cerrado a ese mundo de los jóvenes que cambia tanto, pero en el que tenemos un montón de bagaje”.
G.Y.: Por último, Juan Antonio ¿qué mensaje trasladarías a los lectores de Gente Yold?
J.A.C.: -“Les diría, ya que me puedo considerar yold, aunque estoy un poco más cerda del `old´ que del `young´ (risas), que estamos en el punto más maravilloso de la vida. Aquel en el que mentalmente no estás cerrado a ese mundo de los jóvenes que cambia tanto (el mundo siempre ha cambiado), pero en el que tenemos un montón de bagaje. Y eso es lo que nos permite a los seres humanos entender lo novedoso y utilizar lo mejor de ello, para pasarlo al baúl de lo clásico. Y lo clásico es lo que imperará. Pero lo clásico no puede dormirse en los laureles, y necesita imperiosamente de las vanguardias, porque las vanguardias están condenadas a formar parte de lo clásico. Y la única edad que entiende las dos partes de ese panorama, de ese escenario, es ésta en la que empiezas a estar con la suficiente fuerza todavía para seguir produciendo, pero con la suficiente capacidad de contemplación del universo para entender un poco lo nuevo. Por tanto, es la mejor edad. Siempre digo que cada uno de nosotros estamos en el mejor momento de nuestra vida.
¡Muchas gracias, José Antonio!
Más información:
http://www.vithasinternacional.com/unidades-medicas/medicina-deportiva-actividad-fisica/
Entrevista: Guillermo Puche
Fotografías: Antonio Beas, de Krassia Photography para Gente Yold
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