Cine Yold. ¿Galán? ¿Villano? ¿Héroe? Nuestro crítico nos soluciona estas incógnitas sobre el polifacético actor

¿Conseguirá Keanu Reeves acceder al club de los grandes héroes de acción?

Angel Domingo
20 marzo, 2023

Nuestro crítico de cine nos lleva hoy a recorrer la extensa, diversa y curiosa filmografía de Keanu Reeves, el guapísimo actor canadiense, con fama de excéntrico. El 24 de marzo se estrena en una popular plataforma su último trabajo, John Wick 4.

A comienzos del siglo XXI, la pregunta del título habría dejado perplejos a los millones de seguidores que el intérprete -de origen libanés y nacionalidad canadiense- tiene a lo largo del mundo. El actor de ojos rasgados representó, durante muchos años, papeles de galán en comedias románticas, donde además solía ser de los que sufrían lo indecible para conquistar a su gran amor. Y es que los perdedores suelen caer bien al público, porque todos hemos perdido más de una vez en nuestra vida.

Reeves es de los actores que vuelven locos a su equipo de marketing por tomar decisiones tan inesperadas, como sentarse en un parque público junto a un mendigo, y disfrutar de su compañía durante horas sin temor a los paparazzi.

Quizás esa autenticidad fue la que llamó la atención de realizadores tan dispares como Kenneth Branagh, Bernardo Bertolucci o Coppola, que confiaron en él para formar parte del elenco en algunas de sus películas más aplaudidas.

En el año 1989 protagonizó Las alucinantes aventuras de Bill y Ted (Stephen Herek), dando vida a Ted, en una comedia donde dos jóvenes construyen una máquina del tiempo para aprobar un examen fundamental en su vida que, naturalmente, terminan suspendiendo. Él mismo ha confesado que “soñé con mi propia muerte, y en mi epitafio leí, ‘aquí yace Keanu Reeves, el actor que interpretó a Ted’. Horrorizado ante esa perspectiva, decidió elegir mejor sus personajes, primando la calidad cinematográfica a los ceros de su nómina.

Interpretando a Siddharta, en El pequeño Buda, de Bertolucci

En los siguientes años encadenó películas que, sin ser imprescindibles, le hicieron famoso a nivel mundial. Entre ellas, destaca su papel de surfero acompañando al malogrado Patrick Swayze en Me llaman Bodhi, (Kathryn Bigelow, 1991), que terminó convirtiéndose en una película de culto; o la adorable Cuando menos te lo esperas (Nancy Meyers, 2003), compartiendo escenas con Jack Nicholson y Diane Keaton.

En 1999 tomó una de las mejores decisiones de su vida al aceptar un estrambótico papel que se lanzó a interpretar sin comprender el guion; naturalmente hablamos de la primera entrega de Matrix (Lana Wachowski), que le llevó a la cima de Hollywood. Condición que perdió tras aceptar participar en algunos de los fracasos financieros más sonados de Hollywood, como Constantine (Francis Lawrence, 2005), que le devolvió una vez más a la casilla de salida.

En el año 2014, un desconocido director se pone en contacto con su agente para que protagonice una película de acción sobre un despiadado asesino a sueldo ya retirado, que es requerido para una última y suicida misión. Hablamos del agente de policía de Nueva York John Wick. Inesperadamente, la película recaudó más de ciento setenta millones de dólares, convirtiéndose de paso en una de las pocas películas que han superado los cien millones de dólares en taquilla.

En 2017, Chad Stahelski contó con Keanu en John Wick 2: Un nuevo día para matar. En la trama, John viaja a Roma, eufórico, para aniquilar a la banda de asesinos más peligrosos del planeta. La secuela continuó; la tercera entrega que llevó por título John Wick: Chapter 3 Parabellum, fue lanzada el 17 de mayo de 2019, y también superó los cien millones de recaudación.

Con estos antecedentes, es natural que los productores insistieran en reunir de nuevo a sus protagonistas para la grabación de una nueva entrega, naturalmente con Keanu Reeves como estrella absoluta. Acaba de anunciarse que en una fecha tan simbólica como la llegada de la primavera, es decir, el próximo 21 de marzo, se estrenará a nivel mundial John Wick 4 (Chad Stahelski), en la que Keanu Reeves lleva sus habilidades de combate a límites insospechados.

Ahora bien, para responder a la pregunta del título, teniendo en cuenta que solo el tiempo pondrá en su lugar a cada personaje, es necesario conocer a los otros socios del club de los grandes héroes de acción. Conozcamos a los actores que ya se ganaron a pulso la pertenencia a este selecto club:

Las décadas de los 80 y 90 fueron, sin duda, la etapa dorada del género del cine acción. Yo mismo, que nací a comienzos de los 80, recuerdo con cariño la mayoría de las películas que citaré a lo largo del artículo.

Algunos de los actores continúan trabajando en películas de acción, o fueron capaces a adaptarse a otros géneros, como la comedia auto paródica, o el terror más ingenuo. Cito a los héroes de acción más icónicos que han exhibido sus músculos en algunas de nuestras películas favoritas:

-Sylvester Stallone. Actor, guionista y director, hay que reconocerle que, si analizamos su carrera detalladamente, nos demostrará que utilizaba su cabeza para algo más que atarse su mítica cinta. Sus personajes, cuando es él quien los ha escrito, desprenden una extraña simpatía y humanidad pese a ser imposible de contar los rivales que elimina.

Si hubiera que elegir uno solo de sus personajes, naturalmente ese sería el veterano boina verde John Rambo, de la película Acorralado (1982), que durante una ingenua visita al hogar de un excompañero del ejército, muerto por las secuelas psicológicas de la guerra, es acusado de vagabundo por los agentes de la ciudad donde vivía, en un evidente intento de impedir que investigue el crimen. Es arrestado y se le somete a una serie de torturas en la prisión del pueblo que le recuerdan sus traumáticas experiencias en Vietnam y le hacen reaccionar violentamente.

El mayor problema de Rambo fue que, tras su éxito en taquilla y el Premio Oscar de la Academia a Mejor guion original, le siguieron una infinidad de secuelas, de las que Stallone ya no era responsable, y donde solo importaba a cuántos enemigos podía eliminar Rambo.

Pero su personaje por excelencia es Rocky Balboa, que le ha supuesto a lo largo de la saga dos nominaciones al Oscar como actor (además de otra como guionista). En Rocky, su personaje siempre infravalorado, tenaz y honorable, de orígenes humildes y rectos valores, tiene muchos elementos biográficos de su propia historia de superación, ya que incluso el perro que aparece en la película es el suyo propio, que tuvo que vender antes de poder conseguir el trabajo, para poder comer, y recuperó de inmediato tras cerrar el trato, duplicando el precio abonado. Cualquiera de sus peleas en la saga de Rocky es pura emoción, incluso la del final de Rocky V (1990), representa los únicos minutos decepcionantes del único título flojo de la saga. Aunque, al igual que la mayor parte de actores de acción ochenteros, tuvo un bache profesional a principios del siglo XXI, la recuperación le llegó con la buena acogida de sus secuelas de Rocky y Rambo, la guinda en el pastel de su popularidad y el cariño de sus fans.

-Arnold Schwarzenegger. A sus setenta y cinco años recién cumplidos, el excelentísimo octavo gobernador del estado de California es un actor, empresario, y galardonado físico-culturista. Cuando interpreta personajes escritos por él, les aporta una destacada simpatía y humanidad. El Rambo de la novela original era descrito como un peligroso perturbado, mientras que tras el paso por sus manos se transforma en un héroe atormentado. Sus personajes son siempre infravalorados, tenaces y, por encima de todo, honorables. Todos tienen en común que ha compartido con ellos su biografía.

En los 90 tuvo un bache al realizar un par de incursiones en la ciencia ficción, bastante reivindicables, sobre todo Demolition Man (1993). También hizo comedias no tan recomendables, salvo Oscar (John Landis, 1991), remake de una deliciosa película del francés Louis De Funes, que destaca por la acertada idea de cambiar al empresario protagonista por un gangster, con todas las implicaciones de humor negro que implica ello.

-Chuck Norris. De escasos diálogos y gestualidad controlada, Norris acostumbra a ser un héroe serio e intimidante; representa el arquetipo de héroe de acción del medio-Oeste americano con contenido patriótico lleno de valores tradicionales.

Su verdadero nombre es Carlos Ray Norris Jr., y tiene una imagen, con barba y estilo de vaquero muy característica, así como su reputación de tipo duro, materializada en el siglo XXI en forma de una serie de chistes sobre su fuerza invencible, “Chuck Norris, el hombre cuya mirada es capaz de rallar el diamante”, y cosas por el estilo.

Campeón de lucha muy galardonado en el mundo real, a Chuck Norris se le nota mucho que “sabe luchar de verdad”. En 1968 ganó el campeonato profesional mundial de peso medio de karate, y lo mantuvo durante seis años hasta su retirada en 1974. Estuvo en el ejército, y ha sido nombrado miembro de honor de la Marina y los Texas Ranger. Tiene el 8º Grado de Cinturón Negro Gran Maestro en Taekwondo, además de ser cinturón negro en Judo, Ju-Jitsu brasileño y Tang Soo Doo. Inventó, como Bruce Lee, su propio estilo de lucha, el Chun kuk Do, combinando las técnicas que conocía. Y ha sido ampliamente elogiado y galardonado por revistas especializadas en artes marciales.

En el cine su movimiento más característico es la patada giratoria. Es tan contundente derrotando a los villanos, que cuando en una de sus películas David Carradine hizo el papel de malo, exigió no morir en pelea con Chuck Norris, así que en vez de eso cae en una gran explosión.

Al margen de la leyenda sobre su invulnerabilidad, o los chistes al respecto, lo cierto es que en el cine también las ha pasado canutas en ciertas situaciones, sea enfrentándose a personajes que lo sobrepasan con mucho (los súper asesinos de El héroe y el terror y Furia silenciosa), o ha perdido peleas y ha estado a punto de morir apaleado, como en Código de silencio, aunque siempre acaba saliendo airoso; salvo en las raras veces que ha hecho de villano, en las que muere dignamente. Muchos de sus trabajos proceden de la productora Cannon, no famosa precisamente por la calidad de sus películas, aunque lo cierto es que las suyas y las de Charles Bronson son de lo mejor de esta productora.

Su película con mejor guion es Código de silencio, que en cierto momento iba a ser protagonizada por Clint Eastwood. Su saga más famosa es Desaparecido en combate.

-Jean-Claude Van Damme. Recibe el apodo de “los músculos de Bruselas“, y es ciertamente el actor belga más famoso (en un país que por lo demás, tiene a él y a Tintín como máximas exportaciones culturales).

Sus personajes acostumbran a ser canadienses en el cine americano, para aprovechar su acento, pero que de todos modos sean americanos; suele ser visto como el guapo entre los actores de cine de acción. De entre sus compañeros de generación es, además, el que más cómodo se encuentra en los papeles de villano. Sus personajes acostumbran a tener hermanos gemelos, sean aliados o enemigos. Es casi delictivo ver que no hay una secuela de Los Mercenarios con algún ficticio hermano de Van Damme intentando buscar venganza.

De entre los actores de acción occidentales, es de los más ágiles, con un estilo rico en patadas, con coreografías elaboradas y estilizadas, y con frecuencia vinculado al boxeo tailandés; estilísticamente se encuentra a medio camino entre los actores musculosos de su generación, y las estrellas del cine asiático, más ágiles y flexibles.

Una situación muy común en sus películas es que en la pelea final tiende a perder, pero inesperadamente remonta y el enemigo invencible cae como un saco de patatas. Asegura que entrena tres horas al día cuando no rueda (en tal caso, solo dos). Conoce diferentes estilos de karate, y el que habitualmente utiliza sería estilo libre, con toques de Karate Shoto Kan, Tae Kwon Do, Thai y Kick Boxing.

Sus títulos más famosos son Contacto sangriento, Kickboxer, Time Cop, Soldado universal, Street Fighter, y la saga de Los Mercenarios.

-Bruce Willis. Termino con mi héroe de acción favorito (no digo que sea el mejor, pero sí es con el que más he disfrutado). Procedente del mundo de la comedia antes del éxito de La jungla de cristal (1988), Bruce Willis es más divertido y vulnerable que sus compañeros de acción ochenteros, destacando por su humor cínico y mordaz como mecanismo de defensa contra el peligro, y por el hecho de que suele encontrarse en situaciones de inferioridad numérica y logística contra sus enemigos, teniendo que currárselo mucho casi siempre. Es con diferencia el héroe de acción ochentero más expresivo y simpático. Además, tiende a contar con villanos de altura (Alan Rickman, Jeremy Irons, John Travolta, etc.), que elevan mucho el nivel de sus películas.

Cinematográficamente ha trabajado en casi todos los géneros posibles, pero siempre acaba volviendo a la acción, aunque por desgracia pasó por una fase prolongada en la que aceptaba casi cualquier papel que le ofreciera. En sus películas de acción cabe decir que los diálogos y su personalidad priman más que las impecables coreografías de combate.

Recientemente, se atrevió hasta con un remake de El justiciero de la ciudad, de Charles Bronson, aunque no tuvo el éxito esperado. Sus títulos más famosos son la saga de La jungla de cristal, Pulp Fiction, El protegido, El quinto elemento. Su última incursión, hasta la fecha, en el género de acción fue El último boy scout (1991).

Prácticamente ninguna de las películas que he citado fue recibida con buenas críticas por parte de la crítica especializada, y pocas recibieron premios cinematográficos, pero todas fueron éxitos en taquilla, y cada año aparecen liderando los rankings de películas más vistas en televisión cuando emiten una reposición.

Ángel Domingo Pérez

 

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