Mundo Yold.El compositor y cantante sigue vivo en la memoria de su pueblo
Víctor Jara, el cantautor político más icónico del siglo XX

La figura y el legado del compositor Víctor Jara siguen vivos en la memoria de los chilenos y sus canciones siguen siendo auténticos himnos en tiempos de movilizaciones masivas. La dictadura de Pinochet acabó cruelmente con su vida. Estos días se cumplen los 90 años de su nacimiento.
El 16 de septiembre Víctor Jara hubiese cumplido 90 años, si la cruel dictadura chilena de Pinochet no le hubiese convertido en una de sus víctimas el día del Golpe de Estado de 1973. Cuando los golpistas lo mataron brutal e impunemente, el cantautor tenía tan solo 41 años. Era muy joven, pero ya había construido una sólida y muy valorada trayectoria artística. Tras ser detenido y torturado en el Estadio de Santiago de Chile –que hoy lleva su nombre–, el artista chileno murió bajo las balas de una ráfaga de ametralladora.
Jara se posiciona hoy como uno de los artistas más populares de Chile, pero sobre todo más comprometidos y sensibles a las tradiciones de su tierra. Apoyó públicamente al socialismo chileno, se convirtió en una de las figuras clave del mundo de la cultura del país sudamericano que respaldó la gestión del presidente Salvador Allende. Por ese motivo, los militares no dudaron en hacerlo objeto de su furia cuando le detuvieron en la Universidad de Chile el día del golpe de 1973. Se disponía a dar un recital en contra de las ideas fascistas.
No sólo el talento de Víctor Jara, sino también el “humanismo” de su obra, han hecho de él un referente importante en América Latina. Autor de himnos tristes como Te recuerdo, Amanda, maravillosas canciones de cuna antiimperialistas como Duerme, duerme, negrito y temas revolucionarios ya clásicos como A desalambrar.
Hijo de campesinos
La infancia de Víctor Jara estuvo muy marcada por la explotación y la pobreza. Su familia, establecida en el campo, arrendaba una pequeña parcela que trabajaban de sol a sol por muy poco dinero y algo de comida con la que sus padres pudieran alimentarle a él y a sus tres hermanos. Pero la madre de Víctor, Amanda, era cantante y a él siempre le marcó aquella voz que, junto al fogón, vibraba acompañada de su guitarra. Fue el inicio de un sendero diferente para este hombre al que la vida le dio para ser músico, cantautor y director de teatro.
Jara se posiciona hoy como uno de los artistas más populares de Chile, pero sobre todo más comprometidos y sensibles a las tradiciones de su tierra.
Sí, por que así es como comenzó su carrera Víctor Jara: en la dramaturgia. También intentó ser sacerdote, pero dos años después abandonó la Orden de los Redentoristas de San Bernardo que le dejó, como afición invaluable, el canto gregoriano y la fuerza ritual de la liturgia.
La fama le vino finalmente por su faceta como compositor y cantante del grupo musical Cuncumén. Su trayectoria como cantante comenzó en la Universidad de Chile, donde se unió al movimiento músico-social de la Canción Chilena, que reivindicaba la importancia de la música y la cultura chilena, frente a la invasión del pop estadounidense. En 1961 compuso su primera canción, Paloma quiero contarte.
En 1970, Víctor ya había cosechado el éxito suficiente como para poder dedicarse de lleno a su carrera como cantautor. Pronto su fama despegó totalmente y sus composiciones se volvieron símbolo de toda una generación. La música y la política siguieron entremezclándose en su vida: el pueblo chileno apoyó a Salvador Allende y el cantante compuso el himno de su partido, Unidad Laboral, Venceremos.
El grupo Cucumén
Un año después, Allende asumió su cargo como presidente de Chile y Víctor fue nombrado embajador cultural. Tras ello editó el disco El derecho a vivir en paz y en 1973 grabó su último álbum Canto por travesura. El cantautor hizo siempre de la música una herramienta de protesta.
Brutal asesinato
Pero el 11 de septiembre de 1973 el general Augusto Pinochet dio un golpe de Estado en el país chileno, derrocando al gobierno democrático de Salvador Allende. Sus militares detuvieron a Víctor Jara y lo encerraron en el estadio de Chile. Entre la muchedumbre de prisioneros opositores que se hacinaban allí, un suboficial le reconoció y descargó contra él toda su ira. “¡Así que vos sos Víctor Jara, el cantante marxista, comunista concha de tu madre, cantor de pura mierda! No permitan que se mueva de aquí. Este me lo reservo”, dicen que fueron las palabras del militar. Lo contaron posteriormente algunos de los testigos que también caminaban en la fila de prisioneros.
El estadio de Chile donde se mantuvo detenidos a miles de ciudadanos, entre ellos, el cantautor
Cuando los golpistas lo mataron brutal e impunemente, el cantautor tenía tan solo 41 años.
Después de eso, el horror. Víctor Jara fue llevado a los sótanos, torturado, le cortaron las manos y la lengua: “Canta ahora si puedes, hijo de puta”, le gritó el suboficial. Finalmente le mataron a balazos. Exactamente 44. Tuvieron que pasar 45 años para que la Justicia chilena condenara a nueve exmilitares por su asesinato.
En 1970, Víctor ya había cosechado el éxito suficiente como para poder dedicarse de lleno a su carrera como cantautor.
En sus últimos momentos de vida, en trozos de papel escribió un poema que decía:
“Somos cinco mil
en esta pequeña parte de la ciudad
somos cinco mil
¿cuántos seremos en total en las ciudades
y en todo el país”.
Víctor con su mujer y sus dos hijas
Vivo en la memoria
A pesar del intento de la dictadura de acabar con su legado e influencia, la voz de Víctor Jara sigue presente en el corazón del pueblo chileno y del mundo. De hecho, el ensañamiento con el artista fue uno de los signos de la dictadura de Pinochet, que dejó un reguero de más de 3.200 muertos y desaparecidos, alrededor de 30.000 torturados y decenas de miles de exiliados. Homenajeado hasta la saciedad, los temas de Víctor Jara han seguido siendo cantados por multitud de artistas chilenos, latinoamericanos y del resto del mundo.
Joan Jara con sus hijas tras el juicio por el que se condenó a ocho militares por el asesinato de Víctor
A pesar del intento de la dictadura de acabar con su legado e influencia, la voz de Víctor Jara sigue presente en el corazón del pueblo chileno y del mundo.
La prueba más reciente de que su espíritu sigue muy vivo entre el pueblo chileno se percibió durante las protestas del Estallido Social que se produjeron en 2019, cuando, espontáneamente, su tema El derecho de vivir en paz se transformó -junto a El baile de los que sobran– en el himno de las demandas sociales tan urgentemente reclamadas por la población. La canción se escuchó en cada rincón de Chile en una muestra de amor a su legado.
¿Conocías a Víctor Jara? ¿Sabías las condiciones en las que fue asesinado? No dudes en compartir tus sensaciones con nosotros a través de los comentarios o en alguna de nuestras redes sociales. ¡Nos vemos muy pronto!
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