Cine Yold. ¿Conoces los truculentos intríngulis de la historia original de Cenicienta?

¿Existe alguna Cenicienta que no tenga prisa?

Angel Domingo
2 enero, 2023

Unos más que otros conocemos el cuento de la Cenicienta, pero no todo el mundo sabe que su historia puede ser tan dulce como espeluznante. Vente de la mano de Ángel Domingo a descubrir los secretos de este personaje de cuento.

La versión más popular corresponde a Charles Perrault, fechada en 1697, con el propósito de educar a los más pequeños y una moraleja muy evidente. Pero en el año 1812, los conocidos hermanos Grimm escribieron otra versión más oscura y violenta.

Ilustraciones de Gustave Doré para una edición de los cuentos de Perrault en 1867

Si la versión de Perrault fue la elegida por la factoría Disney para adaptarla a la gran pantalla, la de los hermanos Grimm sería perfecta para Tim Burton o, incluso, Quentin Tarantino.

Las ilustraciones de Gustav Doré tuvieron un éxito internacional en las ediciones de los cuentos de los hermanos Grimm

Las dos versiones coinciden en la descripción de la protagonista, una preciosa y dulce joven esclavizada por su madrastra y constantemente humillada por sus hermanastras; tanto, que ha perdido su nombre original y es conocida por el denigrante apelativo de Cenicienta, por su aspecto sucio, ya que su único lecho son las cenizas de la chimenea. Pero -en esto sí coinciden ambas versiones- la aparición de un príncipe cambiará su destino.

También es común a ambas la atractiva desconocida que desaparece misteriosamente, dejando como única prueba de su existencia un zapato de cristal, que utiliza el príncipe para reconocerla entre la multitud de jóvenes aspirantes a conquistar su corazón.

Sin embargo, el relato, tras pasar por las manos de los hermanos Grimm en una época en la que el empoderamiento femenino no era una meta colectiva, sufre cambios para dar mayor relevancia al periodo en el que Cenicienta estuvo subyugada por su madrastra, y solo la inesperada aparición de los ratones que, agradecidos por los cuidados de la joven y ayudados por la magia del Hada Madrina, se transforman para acudir en su ayuda, añadiendo un importante mensaje sobre el cuidado de los animales, pues estos no olvidan quién les ha ayudado y arriesgarán sus pequeñas vidas por salvar la de Cenicienta.

Versiones más destacadas de La Cenicienta en la historia del cine:

Cendrillon (George Melies, entre 1899 y 1912). La Cenicienta juega un papel tan importante en la historia del cine que los célebres pioneros realizaron la primera versión de este clásico, y la encontraron tan irresistible que filmaron dos versiones, una de seis minutos en 1899; y otra de veinticuatro, en 1912), en las que explotaron sus trucos y técnicas de edición y montaje para crear un universo mágico.

Su puesta en escena barroca se caracteriza por el enorme séquito que acompaña a Cenicienta: hadas, duendes, ratones y lagartos conviven en reducidos espacios, con una calidad de imagen que resulta asombrosa para ser de principios del siglo XX.

Cinderella (James Kirkwood, 1914). Desde muy temprano, Hollywood mostró interés en el esquema de la joven bella en desgracia, que es rescatada por un encantador príncipe. Una de las primeras versiones cinematográficas fue protagonizada por Mary Pickford, considerada la primera actriz que se convirtió en estrella del cine mudo. El director, James Kirkwood, incluyó la presencia de un grupo de malvados gnomos que, en primer lugar, aterrorizaron a las hermanastras, para después invadir los sueños de la protagonista.

Las sugerentes siluetas de Reiniger

Aschenputtel (Cinderella) (Lotte Reiniger, Alemania, 1922). Primer filme animado de la popular historia de Cenicienta. Destaca por su original estilo para crear atmósferas sencillas y fantasmales. Todo comienza con un par de tijeras que cortan, de un trazo de cartón, la figura de Cenicienta para depositarla en el mundo de siluetas. Las figuras animadas abandonan los detalles y rasgos individuales de los personajes para proporcionar representaciones arquetípicas de los cuentos de hadas. En el estilo monocromático de Reiniger, las imágenes motivan la imaginación del espectador para que este llene los vacíos evocando espacios de la memoria.

La singular Cenicienta de The Patsy

The Patsy (King Vidor, 1928). Vidor, considerado el primer director especializado en melodramas del Hollywood del siglo XX, también quiso relacionar su apellido con el mito de Cenicienta con una reinterpretación adaptada a la década de los veinte, en la que Pat Harrington (Marion Davies) es la hija abandonada de una mujer aspirante a pertenecer a la alta sociedad (Marie Dressler). Mientras su hermana mayor, Grace (Jane Winton), es motivada a vestirse con ropa elegante para cenar en el Yacht Club con los solteros más codiciados, Pat es relegada a la cocina para realizar las actividades domésticas, donde sueña con estar al lado de Tony (Orville Caldwell), el apuesto novio de su hermana.

Poor Cinderella (Dave Fleischer, 1934). Pobre Cenicienta es el primer cortometraje de animación a color producido por el Estudio Fleischer, y la única aparición de Betty Boop a color durante la era Fleischer. Destacan los momentos musicales; cuando ella canta al interior de su casa anhelando ser una princesa, así como el baile con el príncipe.

Zolushka (Nadezhda Kosheverova y Mikhail Shapiro, 1947). Tampoco el Telón de Acero resistió la magia del mito de Cenicienta. Filmado en la Unión Soviética después de la Segunda Guerra Mundial, Zolushka es un colorido relato fantástico protagonizado por una de las grandes actrices de teatro de Rusia, Faina Ranevskaya, como la madrastra. La estructura narrativa de Charles Perrault continúa presente en esta adaptación, pero el guion firmado por Yevguieni Shvarts busca crear un cuento de hadas moderno, incorporando elementos del contexto histórico. Cenicienta es ahora una campesina tímida, la hija de un leñador; los diálogos y comportamientos de los personajes refieren más a las actitudes y expresiones de la sociedad rusa, mientras que las hermanastras de Cenicienta son ingenuas y torpes en lugar de ser malvadas y ambiciosas.

La Cenicienta (Clyde Geronimi y Wilfred Jackson, 1950). La gran versión de la factoría Disney, y mi favorita, pese a ser la última obra de Walt Disney en su edad de oro. Tres nominaciones a los Oscar demuestran su calidad artística.

Una Cenicienta moderna (Mark Rosman, 2004). Última gran versión de la Cenicienta hasta la actualidad. Diseñada al milímetro para ensalzar a Hilary Duff, la última gran estrella de la factoría Disney que todavía no ha presentado ningún escándalo. Absolutamente olvidable.

Ángel Domingo Pérez

 

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