Cine Yold. ¿Porqué unas cintas fracasan y otras triunfan clamorosamente?

Películas legendarias que fracasaron en taquilla

 

 

Angel Domingo
13 julio, 2023

Solo el tiempo, ese juez supremo que otorga y quita razones, puede confirmar si un filme se ha convertido en un clásico del cine. De analizar las circunstancias, siempre misteriosas, que desencadenan tremendos fracasos se ocupa en este artículo nuestro crítico de cabecera, Ángel Domingo.

Y no son pocas las películas que presumen hoy en día con el estatus de títulos legendarios del Séptimo Arte que, en su momento, pasaron con más pena que gloria por la cartelera. Historias protagonizadas por algunos de los iconos más conocidos de Hollywood, desde Robert de Niro a Harrison Ford, y que dirigieron algunos de los cineastas más reconocidos como Martin Scorsese, David Fincher o incluso Orson Welles, pero que el público de su época no quiso o no supo apreciar causando, en algunos casos, sonoros batacazos financieros. Hoy, echaremos la vista atrás para recuperar cinco legendarias películas que, en su momento, fracasaron en taquilla.

El mago de Oz (Victor Fleming, 1939). Dorothy se adelantó a su época en una de las películas más innovadoras de la historia en aquel 1939. Con un presupuesto de casi tres millones de dólares, la película alcanzó esa cifra en la taquilla por los pelos. En esta ocasión, la mítica productora Metro Goldwyn Mayer abusó del ‘escapismo’, a la vez que dentro del marco de la fantasía se exploraban los deseos y temores más profundos de una sociedad derrotada. Una combinación poco exitosa en su estreno que requirió de un presupuesto que se convirtió en el más elevado de la casa MGM hasta ese momento. Sin embargó, la audiencia de la época se inclinó más por el intenso romance entre Escarlata O’Hara, interpretada por Vivien Leight, y Rhett Butler, al que dio vida Clark Gable, en el famoso drama histórico Lo que el viento se llevó (Victor Fleming, George Cukor y Sam Wood, 1939).

Ciudadano Kane (Orson Welles, 1941). La película del legendario Orson Welles que lidera prácticamente todos los rankings de mejores obras cinematográficas de la historia fracasó en su estreno en 1946. La productora encargada del proyecto -la mítica RKO Pictures– perdió 160.000 dólares con ella. Una cifra que, hoy en día, quizá no resulte muy escandalosa, pero que en la década de los cuarenta era una fortuna. La polémica persiguió al filme desde su estreno. Los rumores que apuntaban a que estaba inspirada en la biografía del coloso de la comunicación William Randolph Hearst y la contundente reacción de este sólo confirmó que los rumores eran ciertos: Hearst Communications eliminó y prohibió toda alusión a la cinta en los distintos medios que controlaba. Algo que seguramente influyó decisivamente en la desastrosa recaudación en taquilla, que apenas alcanzó el millón y medio de dólares.

Toro salvaje (Martin Scorsese, 1980). Ni siquiera el dúo formado por Robert de Niro y Martin Scorsese pudo destacar en ese difícil año. Toro salvaje, una de las mejores películas deportivas de todos los tiempos, no llegó a alcanzar los 24 millones de dólares en la taquilla estadounidense. Y es que la competencia del legendario papel de Sylvester Stallone junto a una mala campaña publicitaria propiciaron que la cinta -que de por sí no tenía nada de mainstream– no atrajera al público. Años después, el propio Martin Scorsese confesó: “no lamento haber arriesgado con un drama tan poco convencional”. La película, basada en hechos reales, retrata la vida de Jake La Motta, un boxeador con una personalidad autodestructiva que, si bien le llevará hasta lo más alto dentro del ring, también amenaza con acabar con su vida personal.

Blade Runner (Ridley Scott, 1982). Esta película de culto, que marcaría un antes y un después en el mundo de la ciencia ficción, también fracasó estrepitosamente en taquilla con una recaudación que no superó los 33 millones de dólares. Ridley Scott, maestro del género, esperaba arrasar con esta innovadora cinta que tenía al frente al ya popular Harrison Ford (había rodado dos películas de la saga Star Wars y una de Indiana Jones) como protagonista. Esta vez, la culpa fue de Steven Spielberg. O, mejor dicho, del encantador alienígena E. T. el extraterrestre (1982), que consiguió acaparar la atención de los espectadores por completo. Aunque eso sí, los runners y sus épicas aventuras no fueron los únicos eclipsados: en ese mismo mes se estrenaron Star Trek II. La ira de Khan (Nicholas Meyer, 1982), Mad Max 2. El guerrero de la carretera (George  Miller, 1982) y TRON (Steven Lisberger, 1982). Probablemente, demasiada ciencia ficción para un público desbordado.

Cadena perpetua (Frank Darabont, 1994). A pesar de que estuvo nominada en 1994 junto a Pulp Fiction (Quentin Tarantino, 1994) y Forrest Gump (Robert Zemeckis, 1994), este drama protagonizado por Tim Robbins y Morgan Freeman solamente logró 28 millones de dólares en taquilla, superando por muy poco el presupuesto de la cinta que fue de 25 millones de dólares.

Ángel Domingo Pérez

 

 

 

 

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