Mundo Yold. Vecinos del barrio de Cuatro Vientos se movilizan contra el Ayuntamiento por la defensa de un espacio verde

Vecinos en lucha para salvar un parque

Inés Almendros
25 enero, 2023

Isis, Drako, Dante, Rocky, Pelusa, Suna… Docenas de peludos del barrio de Cuatro Vientos, en Madrid, pueden perder el espacio verde donde, hace años, sus dueños les traen para que jueguen, mientras los humanos socializan en un ambiente de amistad que se ha forjado durante años. Aquí, canes y personas socializan y comparten buenos momentos, incluidos muchos mayores que encuentran en esta parcela un lugar donde traer al perro tranquilo, con compañía de amigos. Pero ahora el Ayuntamiento se ha empeñado en construir aquí un cantón de basura para albergar la maquinaria y vehículos que limpiarán otros distritos de la ciudad. Y ahora, perretes y vecinos ven como las máquinas avanzan y destrozan su lugar favorito, mientras ellos luchan juntos para defender su parque.

Eva padece una enfermedad degenerativa. Adoptó dos perros por recomendación médica, porque le sirven como terapia. Una de las pautas para la convivencia entre ella y los animales era que los perretes pudieran tener un espacio amplio donde correr, socializar, estar sueltos y desahogarse, al menos una vez al día. Pero en su barrio, solo había una zona así: un amplio descampado, vallado y con una puerta, en la calle Sinfonía 11.

Eva con Drako y Pelusa sus compañeros terapéuticos

Allí acudió Eva con sus nuevos compañeros, hace unos cinco años, cuando comenzaron a convivir juntos. Allí, los perros de Eva conocieron a otros muchos canes, y todos juntos juegan y corretean por esta parcela. Y la misma Eva encontró, además, un enorme grupo de amigos y vecinos, que forman una amplia comunidad.

Estos amigos pueden perder su lugar de encuentro

En realidad, el espacio no es un parque, sino una parcela o descampado sin apenas mantenimiento.

Aunque, en realidad, el espacio no es un parque, sino una parcela o descampado sin apenas mantenimiento, que entre todos los vecinos han convertido en un punto de encuentro verde y acogedor, con ambiente familiar: allí tienen su mesa, sus sillas, sus bolsitas para recoger las heces… Este espacio natural, humilde, pero muy querido por los vecinos, ya es conocido como “Parque Sinfonía”.

La preciosa galga Ely mira las obras con preocupación

En verano, los grupos que allí se juntan se llevan sus bebidas y bocatas y allí departen y pasan el tiempo juntos con sus perretes. Pero los dueños de los animales no son los únicos que acuden: el lugar ha congregado, de forma natural, a numerosos vecinos de la zona, como mayores que pasean y disfrutan del buen ambiente que hay o chavales que acuden a ver la fantástica puesta de sol, que en esta parcela es un espectáculo. O quienes, una vez cada mes, se sientan aquí para ver la exhibición de vuelo con aviones antiguos que se hace en el vecino aeródromo.

El lugar se ha convertido de forma natural y con los años en un sitio de encuentro y socialización para humanos y peludos

Hasta hace poco, en este solar convertido en parque gracias al cariño entre personas también había algunos árboles, uno bello y grande, otros más pequeños. Pero los árboles ya no están: hace apenas unas semanas llegaron un montón de máquinas y lo arrancaron. Comenzaron a excavar y ahora buena parte del terreno ya no es verde, sino un lugar de obras, ladrillos, máquinas y hormigón.

Los árboles ya no están: hace apenas unas semanas llegaron un montón de máquinas y lo arrancaron.

La lucha contra este cantón de limpieza lleva años en esta zona, pues el Ayuntamiento primero lo quiso instalar en una primera zona residencial, a menos de cien metros de edificios. Tras la primera lucha vecinal, lo trasladaron a la ubicación actual donde, igualmente, confluyen muchas viviendas, y en pleno “Parque Sinfonía”. Los residentes de alrededor se quejan de que tendrán ruidos, contaminación constante.

El Ayuntamiento parece tener mucha prisa para avanzar en las obras, pese a que dos veces se ha aprobado por mayoría política que se reubique el cantón

Para colmo, el suelo donde pretenden construir está calificado como de uso deportivo, con lo cual los vecinos denuncian que el consistorio les perjudica al utilizar un terreno que debe dedicarse al ocio, deporte y esparcimiento, para llenarlo de maquinarias y vehículos pesados. Según la información de la que disponen los vecinos, el cantón no solo está proyectado para la limpieza de este barrio o del distrito de Latina, sino para otros distritos como Tetuán, Centro, Chamberí, con lo cual es de esperar que el tráfico en las vías que llegan a estos barrios (Las Águilas, Cuatro Vientos, San Ignacio…) se va a complicar proporcionalmente a la ida y venida de grandes vehículos y camiones.

Atenea, insistiendo a su dueño, Ángel, que no quiere quedarse sin su Parque Sinfonía

Todos los grupos políticos municipales, al unísono (PSOE, Ciudadanos, Más Madrid, Vox, Grupo Mixto) –salvo el gubernamental PP- han votado dos veces que el dichoso cantón se reubique donde no moleste a los vecinos. También se han ofrecido otras parcelas más aptas para su ubicación, donde no moleste a nadie. Se han dado pasos legales, como acudir al Defensor del Pueblo. Pero el Ayuntamiento hace caso omiso y los obreros siguen perforando el parque.

María y su perro Rocky, muy preocupados por perder su espacio favorito

-“Yo con mis 75 años no puedo andar mucho” –nos cuenta María, que trae a pasear a Rocky, su nuevo perrito, desde que Coco, su viejo compañero, falleciera. “Por eso, para mí es muy importante que no nos quiten este espacio. Aquí puedo soltar a Rocky y corre lo que quiere, y como está cerrado, no se puede escapar. Además hay un montón de gente, y aquí hablamos todos los días. Ellos muchas veces me ayudan también con Rocky. No queremos que nos quiten este espacio”. A María se le saltan las lágrimas cuando se acuerda de lo mucho que corrió aquí su querido y fallecido Coco, y lo que le gustaba venir a este parque.

Humanos y peludos, juntos para defender su parque

El suelo donde pretenden construir está calificado como de uso deportivo, con lo cual los vecinos denuncian que el consistorio les perjudica al utilizar un terreno que debe dedicarse al ocio, deporte y esparcimiento.

Living es el título de una película que se encuentra estos días en las carteleras de los cines internacionales. Basada en una de las grandes obras de Akira Kurosawa, cuenta la historia de un funcionario municipal que, cuando la vida se le escapa, descubre que la mejor forma de aprovecharla, que la gran obra de su vida, será construir un parque para los vecinos.

Los vecinos luchan unidos para evitar que les conviertan esta parcela verde en un cantón de limpieza

A ver si, en el Ayuntamiento de Madrid, algún gestor municipal puede ir a verla, y  descubrir que puede hacer algo muy grande para su propia vida y para los vecinos del “Parque Sinfonía”.

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